Investigadores de la Universidad de Washington (Estados Unidos) han desarrollado un dispositivo portátil inalámbrico que monitoriza de forma continua la temperatura del lóbulo de la oreja para, con esa información, conocer los niveles de estrés, la alimentación y la actividad física de la persona que los lleva.
Therman Earring es un prototipo de dispositivo acoplado a un pendiente de formato largo que tiene un ancho máximo de 11,3 mm y una longitud de 31 mm. Su peso es de 335 mg y tiene una autonomía de 28 días de uso, según han adelantado en el resumen de su proyecto.
Los investigadores creen que, a diferencia de otros dispositivos portátiles, como los 'smartwatches', su prototipo aprovecha la posición que ocupan los pendientes, cerca de la cabeza, para ofrecer datos más precisos sobre el cuerpo humano.
Tanto es así que, según un estudio que llevaron a cabo sus desarrolladores, en el que participaron seis usuarios, este pendiente inteligente supo determinar con mayor exactitud la temperatura del lóbulo de la oreja del usuario que un reloj inteligente.
La estudiante de doctorado de la Universidad de Washington y coautora principal del dispositivo, Qiuyue Shirley Xue, ha explicado que la idea de desarrollar Therman Earring vino de pensar datos «únicos que se pueden obtener del lóbulo de la oreja».
"Descubrimos que sentir la temperatura de la piel en el lóbulo, en lugar de en la mano o en la muñeca, era mucho más preciso", ha comentado la investigadora, añadiendo que el formato de pendiente también permite separar la temperatura ambiente de la temperatura de la piel.
Asimismo, este dispositivo, que actualmente no está disponible para su comercialización, "resultó prometedor para controlar los signos del estrés, la alimentación, el ejercicio y la ovulación", tal y como recoge una entrada de blog de la insitución universitaria estadounidense.
Un desafío de ingeniería
La investigadora del departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de esta universidad y coautora del proyecto, Yujia Nancy Liu, ha asegurado, por su parte, que su diseño equilibrado fue «complicado».
Esto se debe a que, para obtener mayor autonomía de su batería, se debe contar con una de mayor tamaño, además de que hacerlo inalámbrico también exigía más energía. Por ello, los desarrolladores optaron por una estructura formada por un chip Bluetooth, una batería, dos sensores de temperatura y una antena.
Para ahorrar energía, después de conectarse a otro dispositivo y leer y enviar la temperatura del lóbulo de la oreja, automáticamente entra en un modo de suspensión profunda hasta que vuelva a ser necesario.
En este sentido, los investigadores han insistido en que uno de los usos principales de este dispositivo es el de conocer si el usuario tiene fiebre, puesto que en este estado, la temperatura de la oreja varía más que la del resto del cuerpo, al encontrarse más cerca de la cabeza.
Por otra parte, el equipo que ha creado Therman Earring -una investigación financiada por la Washington Research Foundation- ha comentado que pensaron en cómo podrían utilizarlo con "aplicaciones únicas" enfocadas a las mujeres, para conocer su proceso de ovulación.
No obstante, sus autoras esperan desarrollar complementos para estos pendientes, como un collar que, a diferencia de los pendientes, que detectarían métricas de actividad y salud, "podría servir como monitor de electrocardiograma para obtener datos de salud cardíaca más efectivos".
Además de la temperatura del lóbulo, también han explicado que este dispositivo puede medir los niveles de estrés, puesto que han descubierto que factores estresantes, como hablar en público o hacer exámenes, provocan cambios de temperatura en el lóbulo de la oreja.
Auge de los complementos inteligentes
Esta propuesta recuerda en cierto modo a la que propuso la compañía alemana NOVA Products a principios del año pasado: los pendientes inteligentes de audio NOVA H11, diseñados como una joya con chapado en oro y plata.
Se trata de unos auriculares revestidos de perlas de agua dulce que permiten a quien los utiliza estar atento al entorno mientras escucha música o está en una llamada con su tecnología de sonido direccional, que lo dirige directamente hacia los oídos partiendo del lóbulo de la oreja.
Meta, por ejemplo, dio el salto a los complementos mediante una asociación con Ray-Ban, con quien lanzó en 2021 unas gafas inteligentes, que llegaron a España por 329 euros.
Las Ray-Ban Stories disponen de cámara de fotos y vídeo dual de 5 megapíxeles (MP), audio incorporado para escuchar música y realizar videollamadas. Asimismo, permiten guardar, editar y compartir las fotos y vídeos en redes sociales y, en su última generación, permiten interactuar con el asistente Meta AI.
Samsung es otra de las compañías que también han apostado por el segmento de los complementos. Aparte de sus relojes Galaxy Watch, lo ha hecho con un anillo, Galaxy Ring, que presentó el pasado mes de enero y del que dijo que era capaz de «rastrear, medir, monitorizar y cargar información relacionada con la salud, el estado físico y el sueño».
Esto quiere decir que el anillo tiene funcionalidades muy similares a las que ya presenta Amazfit Helio, un anillo inteligente para atletas que introduce la capacidad de monitorizar el nivel de oxígeno en sangre y hacer predicciones de los resultados de las carreras.