Jaume Horrach, gerente de Eix Hotels, está satisfecho con la temporada. «En general calificaría la temporada de satisfactoria e inesperada. Nos ha sorprendido gratamente. La de 2019 fue mejor porque fue más regular», señala, y añade que mayo y octubre de este año han dejado «mucho que desear». La subida «moderada» de las tarifas de alojamiento no ha igualado el alza «exponencial» de los costes de energía, mantenimiento, suministros, comestibles, materiales y repuestos. También ha observado un repunte significativo de la turoperación tradicional, especialmente británica.
Horrach opina que no ha habido más masificación que cualquier verano normal, pero sí un problema de movilidad. «Una limitación en la llegada de turistas provocaría un shock tremendo y muy negativo a la actividad de la mayor industria de esta tierra. Se debe facilitar la conversión del uso de plazas turísticas obsoletas a residencial libre, de esta manera el mercado se autorregularía sin necesidad de reducciones forzosas. El mercado vacacional ya alcanzó su cúspide justo antes de la pandemia, ahora muchos propietarios han entendido que les sale más a cuenta el alquiler tradicional de larga duración», explica.
Está de acuerdo en el fondo de la nueva ley turística, pero considera que no llega en el mejor momento, tras los vaivenes de la pandemia. Por último, el CEO de Eix Hotels explica que han instalado equipos de ozono para la desinfección y el tratamiento del agua de las piscinas para no tener dependencia de productos como el cloro y al mismo tiempo reducir el consumo de agua.