Xavier Pastor, que fuera uno de los fundadores y presidente de Greenpeace España, dirigió también Oceana. Fue presidente del GOB y, aunque hace ya años que ha abandonado la primera línea del activismo, sigue la actualidad con pasión. Considera que decrecer no es una opción, sino una obligación. Apuesta por la prohibición del alquiler vacacional en plurifamiliares y no tiene problemas para alabar la Mesa para el Pacto Social y Político por la Sostenibilidad auspiciada por el Govern de Marga Prohens.
¿Cómo valora la iniciativa del Govern de constituir la Mesa para el Pacto Social y Político para la Sostenibilidad?
Diría que era una iniciativa casi inevitable. En estos momentos, la sostenibilidad ya no es una cuestión solo de los ecologistas y entiendo que el Govern tenía la obligación de hacer un gesto. Pero ha sido un tanto sorprendente. La presidenta Margalida Prohens ha sido muy inteligente porque ha robado las ideas al Pacto, ha adoptado decisiones que eran más propias de la izquierda. Entiendo que ha sido un movimiento positivo, otra cosa es como se desarrolla y si realmente se escucha a todos los actores implicados.
¿Considera que puede ser útil o las decisiones ya están adoptadas?
No puedo contestar. La valentía de las respuestas que se necesitan es tan grande… Las decisiones que se deben tomar para que realmente cambie alguna cosa son de gran importancia. No sé si se atreverán. Yo no diría que están decididas las medidas que deben aprobarse, pero no sé si se atreverán a dar los pasos que son imprescindibles.
¿Qué pasos considera imprescindibles?
Hay que reducir números. Hay que adoptar medidas para que el año que viene haya un cierto porcentaje menos de personas en Balears de forma simultánea. Debe reducirse, también, el número de vehículos, han de dejar de hacer construcciones para el turismo residencial…
Una cosa es no crecer más y otra es decrecer.
Hemos de decrecer. Ahora ya podemos decir palabras que antes parecían prohibidas como decrecimiento.
Deben desaparecer las plazas hoteleras, de alquiler vacacional…
Sí. No hemos llegado al máximo. Cada año aumentamos, vamos a más. En este sentido, los medios de comunicación utilizáis un lenguaje que apunta siempre al crecimiento como positivo. Reducir el número de turistas debería ser una buena noticia. Si realmente queremos reducir la masificación es imprescindible adoptar una serie de medidas, de las que ya se está empezando a hablar en algunos sectores que me han sorprendido positivamente. Hoy, incluso la derecha, habla de reducir el número de vehículos. Que la derecha conservadora hable de esta cuestión es importante. Después veremos cómo lo hacen.
De esta manera, la izquierda se ha quedado sin discurso.
Efectivamente. No sé qué harán. Todo lo que ahora dice la derecha es lo que hubiera tenido que hacer el Pacte, al menos en los últimos cuatro años. La sociedad, en todo caso, no está por según qué tipo de medidas. Molesta la masificación, el agobio, pero cualquier medida restrictiva recibe multitud de críticas. Estoy pensando en la prohibición de acceder a Formentor en coche, el cierre de acceso a algunas playas, la limitación de velocidad en la Vía de Cintura de Palma… La izquierda no es capaz de adoptar decisiones suficientemente valientes. Personalmente, hasta que no vea bajar los números… En los 80 también vivíamos del turismo. Y había menos gente pobre y menos dificultades de acceso a la vivienda.
¿Si decrecemos viviremos mejor?
Sin duda.
Cada año vienen más turistas, pero soy un poco más pobre.
El titular ideal debería decir que se ha reducido el número de turistas, pero se mantiene el gasto.
Algún ecologista amigo suyo seguro que le diría que usted solo quiere turistas ricos.
Simplificando, prefiero un número menor de turistas ricos que gasten mucho que masas de hooligans que tienen mucho impacto y gastan poco. Soy consciente de que es más complejo que eso, pero esa es la idea.
Entiendo que usted también es partidario de aumentar el valor y no la cantidad.
Si. Hay que aumentar el valor.
Está usted en línea con los hoteleros en este sentido.
Es probable. Creo que tras el Pacto que fomenta el Govern debería venir menos gente, pero pagando más. Entiendo que el nivel y la calidad de vida se mantendría o mejoraría de esta manera. He escuchado que el Consell dejará de ir a muchas ferias turísticas. Era una petición de la izquierda más radical. Ahora ya lo defiende la derecha. Hay que pensar qué se quiere vender en las ferias. Debe ser un mensaje reivindicando la calidad para los visitantes y los residentes. Hacen falta decisiones de gran valentía.
¿Qué es lo que hay que reducir?
Turistas, vehículos, vuelos, plazas hoteleras, cruceros, proyectos urbanísticos.. Los políticos tienen grandes dificultades para tomar decisiones valientes.
¿Eliminar las plazas obsoletas puede ser una solución?
Todo lo que sea reducir es positivo.
¿Qué se debe hacer con el alquiler vacacional?
Siempre he pensado que el alquiler vacacional es una gran trampa. Pasas de una situación romántica en la que se consigue un sobresueldo para ayudar a la economía familiar, de una fórmula para repartir mejor la riqueza del turismo, a la existencia de grandes grupos inversores, de fondos de inversión que acaparan la oferta de alquiler turístico.
Concretemos, ¿Qué hay que hacer con el alquiler vacacional?
Hay que prohibirlo, por supuesto, en los edificios plurifamiliares. Del resto hay que distinguir entre los legales y los ilegales. Evidentemente, los ilegales han de cerrarse. De esta manera, solo quedarían los legales en unifamiliares que ya tienen licencia. No daría ni una licencia más de alquiler turístico. En todo caso, en unifamiliares deberían ir desapareciendo de forma paulatina. El objetivo final es que a largo plazo desaparezca por completo. O como mínimo reducirlos considerablemente. Eso sí, de forma inmediata debería desaparecer el alquiler turístico en plurifamiliares y el ilegal. Todas las medidas necesitan dinero. Eliminar plazas obsoletas tiene un coste, que no tengo claro si debería ser del impuesto turístico, puesto que yo lo dedicaría a otras cuestiones como la compra de fincas, renaturalizar zonas de costa…
Si el decrecimiento pasa por la compra de hoteles se producirá muy lentamente y será muy costoso. ¿Debemos fomentar o, como mínimo, permitir la reconversión de los hoteles obsoletos en edificios residenciales?
Sí. Es una solución.
¿Hemos vaciado de contenido palabras como sostenibilidad, transición energética o economía circular?
Es un proceso que enfurece a los ecologistas. Primero fue lo verde; después llegó lo ecológico; más tarde lo sostenible y ahora se habla de economía circular. Son modas que se van gastando. Sigo con interés las acciones de Riu e Iberostar. Hacen cosas interesantes para reducir los residuos, el consumo energético, reconstruir ecosistemas… Pero tienen un pecado original, que es que tiene los hoteles encima de las playas. Lo único que se puede hacer es compensarlo y tener la voluntad de no hacerlo nunca más.
¿Todas las hoteleras quieren lavar su imagen?
No sé el impacto que tiene. No sé si el ciudadano medio mira al contratar un hotel si el establecimiento es ecológico, si fomenta la economía circular, pero entiendo que tienen estudios que demuestran que el cliente valora estas cuestiones. Supongo que es un valor añadido para cualquier establecimiento.
La economía circular debería comportar siempre el fomento de la compra de kilómetro 0, pero en Balears, por ejemplo, no hay producción suficiente para atender la demanda de la hostelería.
Pasa con numerosos productos. Evidentemente, por ejemplo, no hay pesca en Balears para abastecer a todos los hoteles. En el caso del campo tampoco hay producción suficiente en las islas. En todo caso, sí se pueden poner en valor los productos de aquí.
¿Qué se debe hacer con la llegada de cruceros?
En los cruceros, como en el resto, hay que tender a decrecer. Deberían llegar muchos menos.
Y, ¿qué opina sobre las manifestaciones antimasificación?
Las valoro muy positivamente. Demuestran el hartazgo de la población con la masificación, la falta de vivienda… Hay un movimiento social en este sentido, que es probablemente el que ha detectado el Govern de Marga Prohens para adoptar algunas de las medidas que ha anunciado. Todas las movilizaciones son positivas, siempre que se hagan bien. Ahora bien, las manifestaciones han de ser una demostración de fuerza, no de debilidad.
En cuanto a la ampliación de infraestructuras...
Parece ser que no ampliarán el puerto hacia el mar. Es una buena noticia. No necesitamos contar con la marina más grande y maravillosa del Mediterráneo, aunque entiendo que debe poderse ofrecer un servicio de calidad. Y el aeropuerto no es necesario que experimente ninguna ampliación. No es necesario.
Pero hay infraestructuras que necesita ampliarse o mejorarse, como alguna depuradora.
Claro que sí. Estoy en contra de que se emplee el ITS para estas cuestiones, puesto que ya existe el canon de saneamiento para estos fines.
¿Y el mar?
Hay que crear más áreas marinas protegidas. La Fundació Marilles ha pedido al Govern que se adhiera al pacte Blau que solicita, entre otras cuestiones que se cree una red de santuarios marinos que cubra el 10% del mar balear. Otra de las cuestiones a considerar es que habíamos estado trabajando durante más de diez años para conseguir el Parc Natural de Ponent, que iría más o menos desde la isla del Sec en la bahía de Palma hasta la Dragonera. Estaban de acuerdo los hoteleros, los pescadores, los científicos, los ayuntamientos de Calvià y Andratx… El anterior Govern esperó a que faltaran dos o tres meses para las elecciones para iniciar el proceso de declaración del parque. Sería uno de los mayores del Mediterráneo. El conseller anterior no había consultado con los militares, que tienen una parte de costa que estaría incluida en el parque. Los militares, ya con Prohens en la presidencia, hicieron un informe negativo, que el Govern ha aprovechado para paralizar todo el parque. Y ahora se ha de empezar de cero. Se podía hacer el parque y dejar fuera la zona que pertenece a los militares. Queda claro, en todo caso, que la actitud del Govern no es la más favorable a la protección.