Menorca ha visto nacer estos últimos años distintas iniciativas ligadas a la recuperación del producto local y al refuerzo de la identidad agroalimentaria de la isla. El ejemplo de Biniatzem Productes de la Terra SL es el de un modelo comprometido no solo para seguir dando valor al quilómetro cero sino que, además, permite cerrar completamente el círculo entre el campo, la transformación y el consumidor. Una empresa creada en 2024 pero con el respaldo y la experiencia de un grupo familiar consolidado como Sagitario Hotels, propiedad de la familia Triay Amorós, con establecimientos turísticos en la isla y una plantilla de 280 trabajadores. Al frente del grupo se mantiene activo Sebastià Triay Fayas, que a sus 74 años, ha querido dar este nuevo paso en paralelo a la actividad turística.
La idea no es improvisada porque lleva diez años cultivando fincas, criando ganado y elaborando queso para sus propios establecimientos. Ahora, con Biniatzem Productes de la Terra, la familia ha decidido abrirse a nuevos clientes, ordenando y profesionalizando toda esa actividad con una labor que aspira a convertirse en referente del producto de Menorca. La empresa dispone de una nave de mil metros cuadrados en el polígono de Ciutadella, equipada con diversas cámaras de maduración de queso, obrador de embutidos, zona de despiece cárnico y espacios de almacenamiento y logística. Allí trabajan actualmente siete personas, bajo la dirección de Xisco Joan como responsable de producción, Toni Moll, en el área comercial y Miquel Ángel Juaneda en embutidos. El primer año de funcionamiento han conseguido facturar 500.000 euros y este ejercicio, van camino de doblar la cifra.
ACTIVIDAD.
La actividad de Biniatzem Productes de la Terra se estructura en tres grandes ejes alrededor del queso, la carne y los embutidos propios de Menorca. En el ámbito quesero, la empresa madura las piezas con denominación de origen Mahón-Menorca que se elaboran en las fincas propias del grupo. Desde el semicurado, al curado o el añejo, en función de los meses en los que las fogasses pasan en el secadero artificial, en Biniatzem Productes de la Terra se maduran unas cuarenta toneladas al año, una cifra que en la campaña actual se elevará hasta las cincuenta.
A esta producción, se añade también la distribución de la marca La Payesa, que Sebastià Triay Fayas junto a su esposa Antonia Amorós Salord y su socio, José Febrer Pons, adquirieron en 2024 tras una operación con la que se hicieron cargo de la histórica industria y de todos sus puestos de trabajo, tras el anuncio de que Explotaciones Pons Marín SL, dejaría de fabricar queso en la planta de Alaior. «El queso, con denominación de origen protegida, es un emblema de la isla, y nuestra apuesta pasa por reforzar su prestigio y asegurar que llegue al consumidor con todas las garantías de calidad», explica Sebastià Triay Fayas.
CARNE Y EMBUTIDO.
La carne y los embutidos representan otro de los pilares de la compañía. La empresa controla de manera directa la producción de las cinco fincas que Triay Fayas tiene en Menorca. En total son 428 hectáreas distribuidas entre S’Aranjassa, en el municipio de Es Mercadal, Biniatzem, en Es Migjorn y Son Marc, Son Marquet y Son Tarí, en Ciutadella. Actualmente negocian la incorporación de una sexta finca ubicada Ferreries, que añadiría más capacidad de producción. Las fincas crían vacuno, porcino, ovino y conejos.
«El sacrificio semanal incluye una vaca y cuatro terneras, entre ocho y diez corderos, unos veinte lechones y una media de ocho cerdos adultos, además de alguna cerda madre destinada a embutidos», explica Xisco Joan, responsable de producción. De este modo, la empresa asegura el abastecimiento constante de materia prima para su propia cadena de valor. La carne se comercializa tanto en cortes frescos, desde bistecs o entrecots, como en preparados de elaboración propia que pasan por hamburguesas, salchichas, butifarras, pinchos o cachopos, que han tenido una buena acogida en la restauración local. También comercializan quinientos pollos semanales, pero no están criados en sus fincas sino que se traen desde la península, ya que los costes no eran rentables. «El coste de producir un quilo de pollo en Menorca representa cuatro euros, mientras que en las granjas de la península baja a la mitad porque tienen el ciclo completo de fábrica de pienso, engorde, matadero y comercialización», detalla Triay Fayas.
Los embutidos tradicionales menorquines son el tercer pilar de actividad de Biniatzem Productes de la Terra. En el obrador de Ciutadella se elaboran desde las típicas sobrasadas, al cuixot, la carn i xua o los butifarrones blancos y negros. Se trata de productos que mantienen viva la tradición menorquina, con recetas heredadas y procesos cuidados que refuerzan la autenticidad de la oferta. Al mismo tiempo, aportan valor añadido a la producción cárnica, generando referencias con capacidad de diferenciarse en el mercado y de ser reconocidas tanto en el canal Horeca como en la distribución alimentaria.
COMERCIAL.
La estrategia comercial de Biniatzem Productes de la Terra pasa principalmente por la distribución mayorista. Hoy la empresa cuenta con unos 200 clientes, entre ellos restaurantes, hoteles, comercios especializados y cadenas de distribución. Aproximadamente la mitad de la producción se destina a abastecer a los diez hoteles del Grupo Sagitario, lo que asegura una base de consumo estable. El resto llega a establecimientos de toda la isla como por ejemplo el Blarney Stone o Can Àngela, supermercados de proximidad como la Cooperativa San Crispín o también la cadena Eroski en Balears.
La voluntad de la empresa es posicionarse como una marca de calidad vinculada al producto menorquín, con vocación de ser sinónimo de autenticidad y proximidad. Pero Biniatzem no se conforma con consolidar sus tres grandes líneas. Para 2026 está previsto que inicie, también, la comercialización de frutas y hortalizas procedentes de sus fincas. «Actualmente ya producimos unas sesenta toneladas de sandías y cuarenta y ocho de melones, además de calabacines, pimientos, cebollas y patatas. Incorporar este surtido permitirá completar la oferta y reforzar el vínculo con la tierra», comenta Sebastià Triay Fayas. El proyecto se enmarca en la lógica de aprovechar al máximo los recursos disponibles y dar salida en el mercado a productos frescos de calidad que, en muchos casos, no llegan a los circuitos convencionales de distribución.
La diferenciación de Biniatzem pasa por mantener la coherencia en su filosofía de proximidad y producto local. En un mercado donde el precio manda y donde la importación ofrece alternativas más baratas, la apuesta de la empresa es firme para dar prioridad a lo propio. Su estrategia se apoya en la idea de que el consumidor valore la procedencia, la sostenibilidad y la calidad. En esa línea, la presencia en ferias como Alimentaria, Fira Gourmet, Fira del Formatge o el Dijous Bo de Inca, han servido para reforzar la visibilidad de la marca. Para 2026 ya está prevista la participación en la Fira Arrels de Menorca, un escaparate idóneo para subrayar el compromiso con el producto de la isla.