Paula Serra, editora de El Económico, inició su entrevista a Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, preguntándole por su trayectoria en la entidad y los cambios producidos durante sus once años en el cargo, tiempo en que lideró la fusión con Bankia. Gortázar explicó que «once años pasan rápido con un trabajo apasionante. Es pasión por la gente. Ayudar a los clientes te llena de felicidad. Durante este tiempo he aprendido muchísimo, como en un máster intenso. Hay muchas cosas que no sabes, pero tengo la suerte de contar con un equipo extraordinario. En cuanto a la entidad, ahora somos mucho más fuertes, incluyendo la integración de Bankia, hemos bajado el nivel de morosidad, ampliado el negocio, incrementado la capitalización y entrado en Portugal».
En este sentido, manifestó que no sabe «qué ocurrirá con la anunciada fusión entre el BBVA y el Banco de Sabadell. Ojalá lo supiera. Hay una incertidumbre sobre si saldrá o no la operación, que supongo que se resolverá en unas semanas».
Sobre el modelo económico de Baleares, el máximo responsable de CaixaBank señaló que «apostamos por el crecimiento sostenible, cambiando el paradigma tradicional. Para Baleares, el turismo es una bendición, un gran éxito, pero si no se gestiona adecuadamente pueden surgir la tensión social y más problemas con la vivienda. Hay que diversificar y el turismo debe apuntar a la sostenibilidad, con más calidad y menos énfasis en la cantidad. En las Islas tenemos la suerte de contar con empresas extraordinarias, líderes mundiales».
Respecto a la situación española, Gortázar indicó que «nuestra previsión es crecer por encima del 2,5 %. La situación financiera es buena y España es atractiva para los inversores extranjeros. Sin embargo, ahora mismo hay tres problemas estructurales: la productividad, la vivienda y el déficit público».
El papel de Europa entre gigantes es que «pinta poco». En opinión del entrevistado, «los aranceles de Trump son un mal menor. La UE no está en una posición de fuerza por la dependencia tecnológica, energética y de seguridad. No hay una política común exterior, de defensa y de mercado. No obstante, ante situaciones complicadas, a veces hemos reaccionado. Hay que aplicar cambios necesarios, con renuncias a la soberanía. Si no estaremos cerca de una crisis. No creo que haya un empeoramiento económico súbito porque España y Baleares tienen fortaleza para aguantar».
La productividad y los resultados de CaixaBank fueron la siguiente cuestión abordada. Gonzalo Gortázar respondió que «hemos tenido una travesía del desierto, pero hicimos los deberes en productividad y desarrollo de negocio, más fuentes de ingresos, tipos de interés estabilizados y el crédito ha remontado. En definitiva, ahora tenemos buenos resultados después de años de ceros repetidos. Estamos para financiar la transición de la economía».
En transición energética, Gortázar destacó «la inversión en adaptación y mitigación del cambio climático, y medimos si nuestros clientes van por la senda de la descarbonización. No sólo somos financiadores. También somos artífices».
En tecnología, «una buena parte de nuestra inversión es en IA para un mejor servicio al cliente», subrayó Gortázar, quien añadió que sería conveniente «simplificar los organismos supervisores, pues desde hace años trabajamos en una supervisión humana y ética».
Las grandes empresas tecnológicas se están lanzando a los servicios financieros y el consejero delegado reconoció que «pueden ser una amenaza, pero también un catalizador. Realmente serán una amenaza si en el sector financiero no hacemos nada y la legislación al final es más favorable a las grandes tecnológicas, mientras que a nosotros nos tiene hiperregulados. Dicho esto, la tecnología nos permite mejorar el servicio a nuestros clientes. Ojalá un servicio como Bizum se nos hubiera ocurrido a nosotros».
Un problema protagonista es la vivienda. Gortázar resumió su visión en «más casas. Hay que equilibrar oferta y demanda, liberalizar suelo y potenciar la colaboración público-privada para conseguir viviendas asequibles, regulando ámbitos de la demanda como los pisos turísticos. No debemos olvidar que la vivienda es el principal problema para el 30 % de los españoles».
Finalmente, el consejero delegado de CaixaBank expresó «el orgullo por la obra social de la entidad, con numerosas programas en favor de la infancia y los enfermos terminales, y contra la pobreza. Nos hemos implicado especialmente en episodios singulares como la COVID-19, la dana de Valencia o los incendios forestales de la Península. Durante la COVID-19, apoyamos al sector turístico y en concreto al de Baleares. Como obra social, tenemos un papel importante que cumplir en la sociedad y para ello contamos con multitud de voluntarios».