En apenas año y medio Joana Barceló ha cambiado tres veces de despacho. Tras dejar la presidencia del Consell de Menorca para dar el salto a Palma y pasar a ser consellera de Trabajo y Formación en el Govern balear, ahora le toca volver a hacer las maletas y trasladarse de oficina. Le toca ahora ocupar la de la conselleria de Turismo, la silla más caliente de esta legislatura y por la que han pasado ya tres consellers (Buils, Nadal y Ferrer) todos ellos de Unió Mallorquina. Barceló es la cara más destacada de la reorganización del gobierno de Antich tras la salida de Unió Mallorquina. Su papeleta no será nada fácil, pues llega a una de las carteras con mayor peso en el Ejecutivo autonómico, la que tutela el principal sector económico de la comunidad. El PSOE recupera con ella la cartera de Turismo de Balears, y ha confiado en un peso pesado de la formación para llevar el timón de este barco.
Va usted últimamente de despacho en despacho.
Sí, he vivido dos cambios duros. El primero fue llegar a la conselleria de Trabajo en un momento de crisis económica contundente. Ha sido un año de mucho trabajo, de mucho diálogo, abriendo un camino de colaboración municipal... Todo siempre desde el acuerdo. Ha sido todo muy intensivo, positivo a pesar de que las cifras del paro son muy duras, y seguramente dentro de este año se verán algunos frutos del trabajo realizado. Y ahora un nuevo cambio. Llego a una conselleria que hay que montar casi de nuevo. Las líneas están claras y pactadas, ahora falta llenarlas de contenido.
Explíqueme los motivos de su cambio de cartera.
Queremos construir una política turística desde la concertación y el acuerdo. El turismo es básico, y por eso debemos establecer un calendario de prioridades, preparas las transferencias hacia los Consells que debemos hacer aún en esta legislatura... Turismo es y debe ser un tema de estado, y es fundamental aportar estabilidad, y conseguir incluso que esta estabilidad perdure más allá de esta legislatura. El turismo es demasiado importante, y por ello debemos ser capaces de encontrar los puntos en que todos estamos de acuerdo y ser capaces de impulsarlos. El ejemplo son los convenios con los touroperadores firmados en Menorca. Aquí se ha demostrado que el acuerdo es posible.
Artículo completo en la edición de hoy del diario "Menorca"