El titular del Juzgado Mercantil 10 de Barcelona ha declarado este miércoles el concurso voluntario de Spanair, presentado por la aerolínea el lunes con el objetivo de liquidar la compañía y con una deuda de 474 millones de euros, y ha descartado tramitar el concurso necesario que solicitaron diferentes acreedores, según ha informado el TSJC.
El juez ha argumentado que la tramitación del concurso necesario dificultaría un acuerdo rápido de extinción de contratos "con la evidente desprotección de los trabajadores de la compañía, que verían frustradas sus expectativas de una rápida solución y una recolocación exitosa".
Por otra parte, ha asegurado que el concurso necesario, presentado por 51 trabajadores de la compañía y tres sociedades alegando la existencia de créditos líquidos, vencidos y exigibles, tenía "evidentes defectos formales".
INTENCIÓN "ABUSIVA"
Asimismo, ha añadido que la solicitud de concurso necesario ha sido presentada "con la intención evidente y abusiva de intentar alterar el régimen de intervención de facultades y, sobre todo, de obtener un beneficio para privilegiar su crédito frente a acreedores de su misma clase".
El juez ha declarado el concurso voluntario "ordinario y de especial trascendencia", por lo que Spanair conservará sus facultades de administración y disposición sobre su patrimonio, y ha nombrado a Grupo Gispert, Abogados y Economistas como primer administrador concursal, a la espera de que en los próximos días pueda solicitar que asigne un segundo por la complejidad del procedimiento.
Ha hecho referencia a los más de 2.500 trabajadores involucrados en un expediente de regulación de empleo (ERE) --ya presentado en el mismo juzgado y que se tramitará por separado--, los más de 3.000 acreedores, complejos contratos de utilización de los aviones, oficinas dispersas por España, y multitud de procedimientos judiciales en marcha.
Spanair, asesorada en este proceso por el bufete Roca Junyent, presentó el lunes el concurso voluntario de acreedores con un pasivo que asciende exactamente a 474 millones de euros.
Del total del importe del pasivo, 260 millones corresponde a los accionistas, mientras que 214 millones son acreedores a terceros.