Estaba cantado. Las declaraciones de las últimas semanas y las exigencias de reducción del déficit planteadas a las comunidades autónomas por parte del Gobierno central hacían prever una inminente subida de impuestos por parte del Govern de José Ramón Bauzá. Ayer se concretaron las medidas, mediante su aprobación en el Consell de Govern de los viernes. En concreto son tres las decisiones dirigidas a recoger más dinero, unos 65 millones de euros según el vicepresidente Josep Ignasi Aguiló, que se destinarán a cumplir con el 1,5 por ciento de déficit fijado como objetivo para 2012.
El principal frente de actuación del Govern es el denominado "céntimo sanitario", un impuesto aplicado sobre el precio de la gasolina y que es finalista, puesto que el dinero recaudado se destina al Servei de Salut de Balears. Cada vez que un conductor ponga un litro de combustible en su coche contribuirá con 4,8 céntimos a pagar el funcionamiento de hospitales y centros de salud. La tasa se cobra al distribuidor, pero curiosamente para no castigar a la actividad productiva el Govern ha establecido que el importe se reembolsará íntegro a las empresas dedicadas al transporte, los taxistas, los agricultores o los pescadores. No se aplicará el "céntimo sanitario" al gasoil de usos especiales y el destinado a la calefacción.
La previsión aproximada de recaudación mediante el céntimo sanitario por parte del Govern asciende a unos 35 millones de euros. La medida no se hará esperar demasiado. Entrará en vigor el 1 de abril.
El segundo incremento en orden de importancia se aplica sobre el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. Afecta a la transmisión de inmuebles, así como a la constitución o cesión de derechos reales sobre los mismos. El Govern expone que este aumento va dirigido a las personas con más posibilidades económicas. De hecho se convierte un impuesto de porcentaje fijo, un 7 por ciento, en progresivo para inmuebles con un valor superior a los 300.000 euros. También se aplica el 1 de abril y la recaudación prevista sube a una cantidad que oscilaría entre los 20 y los 22 millones de euros.
La tercera subida de impuestos vuelve a incidir en el parque motorizado de las Islas. Se trata del incremento del tipo impositivo especial para determinados medios de transporte, y va en función de las emisiones de dióxido de carbono. Castiga más a aquellos vehículos más contaminantes para fomentar la venda de coches más sostenibles. Se incluyen por ejemplo coches con emisiones superiores a 200 gramos por kilómetro, quads o motos acuáticas. En este caso la recaudación se queda en los 700.000 euros.
Reestructuración
En su comparecencia de ayer, el vicepresidente económico del Govern anunció que en las próximas semanas se establecerá un plan que contemplará la reestructuración de la administración pública balear. El Ejecutivo autonómico explica que tanto las medidas de ahorro como el incremento de la presión fiscal se enmarcan en un contexto "de grave dificultad económica" que obliga a la austeridad y a una gestión más eficiente.