Los sindicatos CCOO, UGT, STEI-i y ANPE han anunciado este martes una huelga en la educación de las islas, coincidiendo con el inicio del próximo curso escolar, previsto para alrededor del próximo 13 de septiembre.
Así lo ha revelado en declaraciones a Europa Press, el responsable de Comunicación de la Federación de Enseñanza de CCOO, Toni Baos, quien ha indicado que las organizaciones sindicales continuarán celebrando asambleas con los trabajadores y que será en éstas donde se defina la "intensidad" de la huelga y, por tanto, cuántos días tendrá.
Baos ha realizado estas manifestaciones después de que los sindicatos hayan decidido levantarse de la Mesa que estaban manteniendo con representantes de las Direcciones Generales de Formación Profesional, Recursos Humanos y Planificación y Centros, después de que les dijeran que los recortes planteados por el Govern no eran "negociables".
El sindicalista ha explicado que en la reunión de este martes pretendían negociar los recortes pero que, puesto que les han revelado que nada se podía pactar "y nosotros somos agentes negociadores", se han visto "obligados a convocar" esta huelga.
CCOO ha criticado los recortes anunciados por la administración y ha calculado que supondrán el despido de 1.000 docentes en las islas. En este sentido, ha señalado que estos 1.000 profesionales menos, unido al incremento de las ratios y de la jornada lectiva, supondrá un aumento del estrés de los profesores.
Fracaso escolar
Así, ha dicho que los profesores deberán atender a un mayor número de alumnos por lo que "ahora las cifras de fracaso escolar se incrementarán. Para reducir el abandono escolar se requiere más personal", ha reiterado.
Baos ha considerado que este anuncio de huelga no será bien recibido por los padres de los alumnos, si bien ha añadido que el objetivo de esta convocatoria "no es hacer daño a los padres" sino que éstos comprendan que los gobernantes "no pueden hacer eso a la educación de sus hijos".
Por otra parte, ha reprochado que el Govern "esté cogiendo a los directores para que determinen los recortes en sus propios centros", una medida que, según su opinión, "busca la división entre los trabajadores".