La Audiencia de Palma ha condenado a 5 años de cárcel por un delito de incendio a Gert Thomas S., un hombre de nacionalidad alemana que el 13 de enero de 2013 quemó el chalé de Llucmajor en el que había vivido durante doce años, cuatro días después de ser desahuciado por no pagar el alquiler.
La Sección Segunda de la Audiencia considera probado que el hombre quemó la vivienda situada en la urbanización de Bellavista en represalia por haber sido desahuciado y le considera responsable de un incendio que puso en peligro la vida e integridad de los vecinos más próximos aunque califica dicho riesgo como «de entidad menor» por lo que le aplica la pena inferior en grado.
Tal como reclamaban la Fiscalía y el dueño de la casa, el tribunal también le ha condenado a pagar una indemnización de 108.273 euros al propietario de la vivienda, por los daños causados en el inmueble incendiado que quedó «completamente arrasado», según recoge la sentencia.
El tribunal rechaza la tesis de la defensa de que el hombre actuó en estado de embriaguez al provocar el incendio y en un momento de arrebato u obcecación, porque considera que no se ha demostrado.
En el juicio, celebrado el pasado marzo, el hombre aseguró que cuando causó el fuego se encontraba en la ruina, sin empleo y muy abatido por la muerte de su madre y de su hermana, por lo que se bebió «tres o cuatro» botellas de vino, derramó gasolina sobre unas viejas fotos familiares, les prendió fuego y las llamas se propagaron sin que pudiera impedirlo.
El tribunal considera que ese relato de un supuesto incendio accidental «no es creíble» y «no casa con sus propios actos posteriores a prender el fuego» porque no llamó a emergencias, ni avisó a los vecinos, ni tomó medidas urgentes para evitar males mayores.
Según la sentencia, existió una situación de peligro para los ocupantes de las viviendas colindantes, que dormían cuando comenzó el fuego a las 4.30 horas de la madrugada. «La situación de peligro potencial existió y el acusado, pese a advertirla, la consintió», señala el fallo judicial.
«No nos cabe duda de que el acusado fue consciente del peligro que creaba al provocar un incendio usando una sustancia de gran poder inflamable como es la gasolina en el interior de una vivienda cerrada llena de muebles o enseres que prendieron rápidamente, alcanzando el fuego considerables dimensiones en plena madrugada, gravitando el peligro para la integridad de los vecinos ante la posibilidad de que el fuego pasase a los solares adyacentes», dice la sentencia.
La sala rechaza además aplicar la atenuante de confesión, como pedía la defensa porque el hombre aceptó ser el autor del incendio, ya que considera que con su versión de lo ocurrido solo reconoció parcialmente los hechos y no se ha acreditado la «pretendida actitud de colaboración».
La sala ha destacado en la sentencia el relato que ofrecieron los dos agentes de la Guardia Civil que hallaron al hombre dentro de un coche aparcado frente a la casa en la noche del incendio, donde le vieron «haciendo ademanes en el sentido de identificarse como autor del fuego» y con «actitud de jactancia».
La Fiscalía pedía una condena de 13 años de cárcel por un delito de incendio con grave peligro para la vida e integridad de las personas y la acusación particular, que ejercían los propietarios de la vivienda, de 15 años.