En los últimos cinco años los programas de vacaciones de la tercera edad han desaparecido o se han visto significativamnte recortados. En Balears, tanto el PSIB como el PP no han apostado por mantenerlos ni incentivarlos, argumentando que la crisis y el déficit hacían inviable su continuidad.
El caso más sangrante fue la decisión del Govern de cancelar el programa Pla Oci 60, enfocado al turismo senior interislas, mediante el cual 10.000 residentes de la tercera edad de Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera podían pasar sus vacaciones en una isla diferente a la suya.
Este programa comenzó en 1997 y fue cancelado en 2011. Durante las catorce temporadas que funcionó viajaron más de 131.000 personas interislas, dándose la circunstancia que se programaron vuelos por vez primera entre los aeropuertos de Maó y Eivissa. El coste anual para las arcas autonómicas era de 1,3 millones de euros.
El programa de turismo senior tampoco ha funcionado, porque en el momento en que el Govern dejó de abonar su 50 % de subvención, con la intención de superar el nivel de déficit, prácticamente desapareció, aunque llegaron a las Islas cerca de 25.000 turistas procedentes de Chequia, Grecia, Polonia y otros países de la Europa del Este. También han dejado de existir los intercambios que Balears tenía con las comunidades autónomas de Valencia, Murcia y Galicia.