La venta de patrimonio público en desuso iniciado esta legislatura por el Govern no ha dado los resultados esperados y los ingresos, inicialmente previstos en unos 11 millones de euros, han quedado anclados en los 2,8.
La todavía lenta recuperación económica y, sobre todo, la falta de liquidez empresarial sostenida por unas entidades bancarias que no terminan de abrir el grifo del crédito han provocado que el Ejecutivo balear no haya podido subastar todos los inmuebles propiedad de la Comunitat Autònoma de les Illes Balears (CAIB) ofertados a principios de legislatura.
Asimismo, la factores anteriormente citados también han tenido como resultado que algunas subastas quedaran desiertas en primera y segunda convocatoria y los bienes no se adjudicaran hasta una tercera con la consiguiente rebaja en los precios de salida.
De esta manera, los 2,8 millones ingresados corresponden a las ventas de tres parcelas en el polígono de Son Angelats (Sóller) por valor de 524.750 euros, el inmueble de sa Casa Nova en la carretera Palma?Manacor por 220.327 euros, un local en Inca subastado por 107.732, un piso en la avenida Ignasi Wallis de Eivissa entregado a cambio de 394.150 euros, una parcela en el Parc Bit de Palma adjudicada por 525.555 euros y, finalmente, la venta del casal de Can Fàbregues, en la calle Sant Francesc del casco antiguo de Palma, por 1,1 millones de euros.