El organigrama de la Conselleria d'Educació está prácticamente cerrado y algunas de las caras más visibles durante estos últimos cuatro años en la lucha contra las políticas de José Ramón Bauzá, son los que se encargarán de tomar las riendas.
El equipo escogido por el conseller d'Educació, Martí X. March, se ha creado pensando en las personas que podían conocer más de cerca las necesidades de los centros educativos.
El nuevo director general de Planificació, Ordenació i Centres, Antoni Morante, ha sido hasta ahora el presidente de Adesma y director de instituto.
El director general de Innovació i Comunitat Educativa, Jaume Ribas, uno de los defensores de los derechos de las familias más activos durante el conflicto educativo.
Otros de los nombres ya conocidos por el sector educativo y que ocuparán los despachos de Educació son Jordi Escudero, hasta ahora vicepresidente de Adipma y Antònia Serra de Adesma.
Además, uno de los directores más combativos y que más ha sentido la solidaridad de los docentes, Jaume March, será uno de los encargados de planificarlo todo, para que el próximo, sí sea un curso normal.
La anterior legislatura tuvo dos conselleres que nada tenían que ver con el mundo educativo: dos abogadas, desconocedoras del día a día en un centro educativo. Ahora, una gran parte del nuevo organigrama está integrada por algunos de los agentes del sector educativo que fueron más críticos con la gestión de los populares.