El nuevo régimen fiscal anunciado por José Ramón Bauzá a un mes de las eleccioners autonómicas del 24 de mayo no verá la luz. El Gobierno ha dejado esta ley en vía muerta en el Congreso y, a pesar de que pidió que se tramitara por urgencia, las Cortes se disolverán dentro de dos semanas sin que Balears tenga aprobado el nuevo régimen especial.
La medida fue anunciada tras una reunión entre el expresident y Mariano Rajoy el pasado 29 de abril. El 5 de mayo el Gobierno aprobaba el texto en el Consejo de Ministros y el documento llegaba al Congreso el 12 de mayo. El Gobierno pidió que el texto se tramitara de forma urgente y el 25 de mayo acababa el plazo para presentar enmiendas.
Y ahí quedó empantanada la ley. El 24 de mayo se celebraron elecciones y el PP perdió el Govern de la Comunitat. Desde entonces, se han producido 17 ampliaciones del plazo para presentar enmiendas, la última el pasado viernes, y el texto ni llegó a debatirse por los diputados.
El texto fijaba desgravaciones fiscales para aquellas empresas que reinvirtieran beneficios. El beneficio debía ser de hasta el 75 % en el Impuesto de Sociedades y de un máximo del 65 % en el IRPF de los autónomos siempre que el dinero se destinara a una reserva de inversiones. Los cálculos del Govern es que beneficiaría a unas 3.700 empresas.
La euforia con la que el Govern vendió el régimen especial no se contagió en absoluto a la oposición. El PSIB aseguró que la propuesta era claramente insuficiente y criticó con duras palabras a Bauzá por haber pactado modificaciones al régimen especial sin hablar con el resto de partidos. El PSIB presentó una enmienda a la totalidad que, obviamente, tampoco se ha debatido.
Suerte que ya les queda poco a esta banda de sinvergüenzas. Y si el Bauzá se queire quedar en Madrid (al fin y al cabo él es de allí, ¿no?) pues ningún problema.