El PP va a por Aina Aguiló. El Comité de Derechos y Garantías le ha abierto expediente de información reservada. El caso Pepitogrillo, un perfil de Twitter en el que «se han producido duros ataques al partido» ha sido la gota que ha colmado el vaso. La exdiputada ya tiene otro expediente abierto por una trifulca con el secretario general, Andreu Ferrer, en la cena de Navidad del partido.
En esta ocasión, el Comité de Garantías, cuyo presidente es Antoni Deudero y su secretario Francisco Mercadal, han actuado con mucha rapidez. Aina Aguiló afirmó esta semana que no es Pepitogrillo, que la habían hackeado y suplantado su personalidad.
En consecuencia, Deudero y Mercadal han concedido un plazo de cinco días a Aguiló «para que aporte la denuncia presentada ante la autoridad competente, según ha manifestado en medios, por supuesta suplantación de identidad». Si Aina no presenta copia de esta denuncia, el PP entenderá que tal suplantación no se ha producido.
El escrito del Comité de Garantías parece tener muy claro que Pepitogrillo es Aina. Considera que «tal pseudónimo ha hecho daño a cargos del PP y a la propia estructura de la organización». Uno de los blancos preferidos de este perfil anónimo son los rodriguistas y su presidente, José María Rodríguez.