José de la Rosa y Enrique Garrido son los dos operarios de Parcs i Jardins que auxiliaron a los tres niños que vivieron un día solos con su madre muerta en su piso de Son Rullán.Sobre las 12.30 horas del martes, los dos operarios trabajaban en el parque de Son Rullán y vieron llegar a los tres pequeños. «Primero iba el hermano mayor, después la niña con el más pequeño cogido del brazo. Estaban muy débiles, parecía que tenían problemas para desplazarse y vimos que no era una situación normal. Delante nuestro al pequeño se le cayeron los pantalones y se desplomó», indicó José de la Rosa.
«Lo cogimos y lo metimos en el camión con la calefacción puesta, avisamos a emergencias y una señora mayor que se ofreció para ayudarnos en todo y la chica del supermercado, que no quiso cobrar nada después, trajeron comida y unos zumos», añadió José.
Los dos operarios destacaron que los pequeños estaban muy desnutridos. La niña les dijo que su madre había muerto porque «le tocaba el corazón y no se movía».
La autopsia confirmó que la mujer, Chinyere Umenweke, murió el día anterior por causas naturales, por lo que los niños estuvieron un día solos en su casa con el cadáver antes de bajar a pedir ayuda. Los tres menores han quedado bajo la tutela de los Servicios Sociales, que averiguan si tienen familiares en la Isla antes de asignarles una familia de acogida.