La Conselleria d'Educació está decidida a controlar y cuantificar el número de alumnos de Balears que dejan sus colegios o institutos cuando sus padres finalizan la temporada turística y regresan a sus lugares de origen.
Éste es un fenómeno que se repite año tras año, sobre todo en las zonas turísticas de las Islas, pero del que se no se tiene un conocimiento en profundidad, y mucho menos está cuantificado. El proceso siempre es el mismo. En período ordinario de escolarización, familias inmigrantes, principalmente españolas, matriculan a sus hijos en centros docentes de Balears, pues ello coincide con el trabajo que desarrollan en las Islas en plena temporada turística. Sin embargo, al acabar la temporada, normalmente a finales de octubre, las familias regresan a sus comunidades de origen y no hay un control o seguimiento de qué es lo que ocurre con la escolarización de sus hijos.
Cuando se reinicia la temporada, en marzo o abril, esas familias regresan a Balears y retornan sus hijos a los centros docentes donde fueron matriculados a principio de curso, pero existe un vacío o un paréntesis respecto a lo que esos alumnos han hecho, desde el punto de vista de la escolarización, durante todo ese tiempo.