La Policía Nacional ha iniciado las diligencias por el suicidio de una niña de 13 años en su domicilio de Aljucer tras ser víctima de un presunto caso de acoso escolar, y ha tomado declaración ya a sus padres y a algún profesor en una ronda de comparecencias que se extenderá a otros miembros de la comunidad educativa.
Fuentes policiales han informado de que el presunto acoso venía produciéndose desde hace años, desde la etapa en la que la menor cursaba educación primaria, y continuó con su ingreso en secundaria porque pasó al Instituto Ingeniero Juan de la Cierva de Patiño junto a sus compañeros presuntos acosadores.
Según la Consejería de Educación murciana, los padres de la pequeña denunciaron que estaba siendo víctima de acoso escolar el pasado mayo y pidieron su traslado a otro centro, en este caso al IES Licenciado Cascales de la capital murciana.
La Policía no tenía constancia de los hechos hasta la tarde del martes, cuando fue encontrada muerta en su domicilio, porque no había denuncia policial, por lo que llama a la necesidad de que se denuncien policialmente estos casos para evitar situaciones irreversibles.
Por su parte, la familia de la niña ha pedido que se hagan públicos estos casos para evitar más muertes.
Desde un tanatorio murciano en el que la pequeña ha sido incinerada, una tía suya ha pedido respeto a los medios de comunicación y que no se hagan especulaciones, pero ha insistido en la importancia de que trasciendan estas situaciones a la opinión pública.