El último fin de semana del invierno estará marcado por un tiempo estable, cielos poco nubosos, temperaturas más altas de lo normal, , según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) que espera que el tiempo empeore a partir del martes en buena parte del país.Según ha explicado el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, lo más significativo del fin de semana será la inestabilidad en Canarias, donde se esperan chubascos localmente fuertes en las islas más montañosas e incluso alguna tormenta, a consecuencia de la Depresión Aislada en Niveles Altos de la atmósfera (DANA) que estaba estos últimos días en el golfo de Cádiz y que se ha desplazado al suroeste, acercándose a Canarias.
De este modo, ha indicado que se producirá alguna tormenta incluso en las cumbres de La Palma y Tenerife podrán ser chubascos de nieve, pero en la Península y en Balears se prevé «poca cosa», es decir, algún intervalo nuboso en el Cantábrico a primeras horas del día el sábado pero después quedarán cielos poco nubosos o despejados, excepto quizá algún bando de niebla en Castilla y León, Galicia y Asturias, aunque se disiparán por la mañana.
Respecto a las temperaturas, en general, ha apuntado que se esperan valores de 20 a 22 grados centígrados en buena parte del interior peninsular y que las máximas estarán en torno a 5 grados por encima de la temperatura promedio.
Tras este panorama, ha explicado que el lunes comenzará la primavera astronómica en la Península a las 11.29 horas con un ligero descenso de las temperaturas y con chubascos y alguna tormenta en Canarias. En el resto del país podría aumentar la nubosidad en la mitad sur, donde puede haber nubes medias y altas y quizá algún chubasco aislado y sin gran cantidad de precipitación.
Del Campo ha dicho que a partir del martes se formará una borrasca al oeste de la Península por lo que se producirá un aumento de la nubosidad y donde más marcada será la inestabilidad será en el extremo norte y también espera precipitaciones en los sistemas montañosos de la península, especialmetne en los sistemas Central e Ibérico.
Ante esa situación, las temperaturas descenderán de forma generalizada y también la cota de nieve, que quedaría restringida a las montañas, donde volverá a nevar.