«Estamos viviendo una auténtica pesadilla y nadie hace nada por ayudarnos. Un grupo bastante numeroso de okupas se han apoderado de uno de los pisos de la finca y nos están haciendo la vida imposible. Amenazas, problemas de convivencia y un aumento del recibo del agua de más de 2.500 euros que pagamos nosotros », apuntan los vecinos del número 885 de la calle Fray Lluis Jaume Vallespir de Palma, un edificio próximo a la Cruz Roja.
Los residentes del citado edificio son personas de clase media que llevan viviendo en el mismo más de una veintena de años. El problema surgió cuando la entidad bancaria BMN (Banco Mare Nostrum) se adjudicó en procedimiento hipotecario. Fue entonces cuando un grupo de jóvenes -de nacionalidad española-, presuntamente, ocupó la vivienda de forma ilegal y sin el consentimiento del banco.