Cerca de 53.000 unidades de productos que suponían un riesgo para la salud del consumidor o que presentaban deficiencias en la etiqueta han sido retirados del mercado balear por la Dirección General de Consumo de enero a julio de este año, ha indicado hoy la Conselleria de Salud.
El 95 por ciento de estos productos fueron juguetes y el 5 por ciento restante artículos industriales y eléctricos, según ha precisado la conselleria en una nota.
La mitad de los objetos retirados se han destruido, mientras que el resto han regresado al mercado tras corregir sus deficiencias, o se han enviados a sus respectivos proveedores.
Concretamente, Consumo ha inmovilizado 53.503 unidades de productos, de las que han destruido 30.255, lo que supone el 56 por ciento del total.
La mayor cuantía corresponde a los juguetes de tipo girador -denominados también spinners-, de los que se han destruido 13.500 unidades porque se desprendían piezas pequeñas o porque el acceso a la pila era demasiado fácil.
La Dirección General de Consumo ha publicado 12 notificaciones en la Red de Alerta de Productos Industriales de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimenticia y Nutrición (Aecosan) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
De esta docena de alertas para la retirada de productos, ocho corresponden a juguetes, dos a disfraces o a artículos de broma, y otras dos a pequeños electrodomésticos.
Los artículos para niños que se han incluido en la alerta son un juego de herramientas, un juego de objetos de cocina, dos coches, una muñeca, un tablero de madera con letras extraíbles, un juguete ventilador con silbato extraíble y una pelota de goma antiestrés.
Todos presentaban riesgo de asfixia porque se desprendían sus piezas. Además se han retirado dos máscaras de animales porque eran inflamables y dos secadores de pelo porque comportaban un riesgo de cortocircuito.