La Iglesia católica apenas consigue que un 29 por ciento de los ciudadanos de las Islas marque la 'x' en la declaración del IRPF para que una parte de sus impuestos vaya a sufragar sus gastos. Los datos de recaudación del año 2016 presentados por la Conferencia Episcopal son elocuentes y sitúan a Balears como la tercera comunidad con un menor porcentaje de contribuyentes que colaboran con la Iglesia.
El problema al que se enfrenta la Iglesia es que los datos no van a mejor y en la campaña de la renta de 2017, que comienza este miércoles, las previsiones son aún peores que las de 2016. El análisis de la datos de los últimos años confirma esa preocupación porque el número de fieles que marca la 'x' para colaborar con la Iglesia católica ha ido menguando progresivamente desde 2012, el primer año en que se cuenta con datos desglosados por comunidades autónomas.
Ese año, el porcentaje de ciudadanos que eligió la casilla de la Iglesia en su declaración fue el 30,4 por ciento. Cuatro años más tarde, la cifra ha bajado al 29,2 por ciento. Es apenas un punto porcentual, pero supone que la Iglesia ha perdido un cuatro por ciento de 'x' en su casilla en cuatro años.
Los datos del balance presentado por la Conferencia Episcopal detallan que, en 2016, 146.091 ciudadanos decidieron que parte de sus impuestos se destinaran a sufragar las actividades de la Iglesia católica. Cada uno de ellos aportó una media de 37 euros, lo que le permitió conseguir unos ingresos totales de 5.452.310 euros.
Balears se encuentra entre las comunidades que menos marca la casilla de la Iglesia. Solo Cataluña y Galicia están por debajo de las Islas. Las comunidades donde más contribuyen los ciudadanos al sostenimiento de la Iglesia son Castilla-La Mancha y La Rioja, donde el 45 por ciento de los ciudadanos marca esta casilla.