Balears cuenta en la actualidad con unos 500 drones (aeronaves pilotadas por control remoto) provenientes de la industria del hobby sin control alguno por parte de las administraciones competentes, «ya que no están dados de alta en ningún sitio porque su peso no supera los dos kilogramos», según señala el presidente de la Asociación Balear de Operadores de Dron (Abodron), Jordi Company.
El Ministerio de Fomento, para poner orden en un sector que está teniendo un crecimiento espectacular en los últimos años, ha puesto en marcha el Plan Estratégico para el Desarrollo de Drones 2018-2021, que se aprobará a lo largo de este ejercicio, y en el que se recoge que en las Islas hay registrados 112 operadores profesionales que desarrollan su actividad en los sectores de fotografía, filmación, observación, vigilancia y publicidad aérea.
Company apunta que las limitaciones actuales que tiene el sector profesional de los drones son muy elevadas, en concreto en todo lo relacionado con la privacidad, de ahí que Abodron espera que la nueva normativa que imperará en este sector «supondrá una reactivación empresarial del mismo, al margen de que los niveles de control y seguridad se implementarán para poner más orden y evitar ilegalidades».
Una vez esté aprobada, la nueva regulación permitirá volar en zonas donde hasta ahora está totalmente prohibido, como por ejemplo zonas urbanas, aglomeraciones de personas, vuelos nocturnos e instalaciones aeroportuarias, cuyo límite actual es de 16 kilómetros de distancia respecto a Son Sant Joan.