El TSJB ha admitido el recurso de un jugador profesional de póker y obliga a Hacienda a incluir lo que perdió a la hora de calcular los impuestos que debe tributar. La administración impuso al jugador una sanción por no declarar los 190.000 euros que había ganado en un torneo en Barcelona. Ese año se limitó a tributar por 35.000 euros en ganancias que había obtenido con el juego. Hacienda inició una serie de inspecciones a jugadores y descubrió lo que había dejado de pagar: le impuso una sanción además de obligarle a pagar lo que faltaba. En total tuvo que asumir el pago de casi 60.000 euros. El jugador acudió a la vía judicial.
Entre otros motivos, que se desestiman, pedía que la Agencia Tributaria tuviera en cuenta no sólo sus ganancias, sino sus pérdidas: tanto en partidas como el coste de inscripción en torneos en los que no había conseguido ganar nada. La ley cambió un año después para incluir esta posibilidad.
El TSJB admite que se debe descontar ese dinero y obliga a que la Agencia Tributaria haga una nueva liquidación de los impuestos que tiene que pagar el jugador, además de disminuir en consecuencia la sanción que se le impuso. Señala que, de no descontarse estas cuantías, «se afectaría gravemente a los principios de capacidad económica al gravarse unas ganancias irreales». Añade: «Lo que ha de gravarse es el incremento real en el patrimonio, no un incremente ficticio».
El caso es muy similar al del ajedrecista menorquín Francisco Vallejo, al que Hacienda reclamaba en torno a 100.000 euros por el movimiento generado en una serie de partidas de póker en línea justo el mismo año en el que lo fue este jugador profesional. Vallejo argumentó que perdió más dinero del que ganó en las partidas pero que, sin embargo, la Agencia Tributaria sólo tenía en cuenta las primeras y que, por tanto, le hacía una reclamación desmesurada de dinero.