Nueva episodio de violencia contra el personal sanitario en el hospital de Son Espases. En la madrugada del viernes al sábado ingresó un paciente toxicómano muy peligroso y violento en el área de Urgencias. El personal del departamento, con la ayuda de los vigilantes, consiguieron inmovilizarlo con ayuda de contenciones. Pasadas unas horas, el paciente se tranquilizó. En ese momento, el personal sanitario que estaba a su cargo, decidió aflojarle las contenciones para que estuviera más cómodo.
El hombre, aprovechando esa circunstancia, logró alcanzar una bolsa donde tenía sus pertenencias. En el interior de la misma había una navaja, tabaco y algunos medicamentos. Nada más coger el arma, comenzó a cortar las contenciones. En ese instante, algunas enfermeras y celadores se percataron de ello y acudieron rápidamente para tratar de impedir que consiguiera su objetivo.
El paciente, que volvía a presentar un gran nerviosismo y agresividad, comenzó a lanzar cuchilladas a los sanitarios. Al ver que no podían contenerlo, se decidió alertar al personal de seguridad. A las llegada de varios vigilantes con las defensas en la mano, el paciente tiró el arma al suelo y les manifestó que iba a colaborar en todo.
Acto seguido, el hombre fue de nuevo incorporado a la cama con las correspondientes contenciones. Los sindicatos llevan tiempo solicitando que se instaure un control más exhaustivo de seguridad y un protocolo de actuación en estos casos. «Este tipo de pacientes hay que impedirles acceso a sus pertenencias sin antes realizar un control de las mismas», apuntan.