«Estamos intentando poner en marcha un estudio en las próximas semanas para calcular el porcentaje de afectación en Baleares. Hay modelos matemáticos que dicen que entre un 60 y 67 % de la población se habrá infectado de coronavirus cuando acabe la epidemia, podría ser que sí». El portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, reconoció hace días que se pondrá en marcha un estudio para aproximarse a la cifra real de afectados en la comunidad, aunque «en plena epidemia, no es fácil».
De momento, el recuento oficial de infectados deja 1.204 casos positivos lo que supone un 0,1 % de la población del Archipiélago. Ayer se sumaron 73 nuevos casos en una tendencia que, aunque repuntó suavemente, sigue a la baja.
Por otra parte, este jueves se lamentó la muerte de seis personas que habían dado positivo por SARS-CoV-2. En Mallorca, en la Clínica Palmaplanas, fallecieron una mujer de 70 años y un hombre centenario procedente de la Residencia Oasis; mientras que en la Clínica Juaneda murió un hombre de cerca de 90 años y en el Hospital Joan March murió el lunes una mujer de 93 años procedente de la residencia Son Ametller.
En el proceso de validación de datos también se confirmó el fallecimiento, hace ya seis días, de una mujer de unos 70 años en el Hospital Sant Joan de Déu.
Por otra parte, se contabilizó, ya de forma oficial, la muerte que ya avanzaba este periódico de una mujer de 72 años, en Menorca.
Mientras se reducen las cifras de nuevos contagios, suben las de enfermos críticos y ayer de los 551 hospitalizados ya había 103 personas ingresadas en una UCI. «El hecho de que los pacientes más graves puedan llegar a estar entre 20 y 28 días ingresados quiere decir que, a pesar de que pasemos el pico, desgraciadamente seguiremos añadiendo muertos a esta lista», explicó el doctor Arranz.
En el lado más esperanzador están las altas, que también aumentan cada día a un ritmo más acelerado. Ayer 68 personas superaron la enfermedad, y ya son un total de 239.
PCR antes de una operación
Mientras tanto, hospitales públicos como Son Espases, Son Llàtzer o el Mateu Orfila de Menorca han puesto en marcha un protocolo para las operaciones quirúrgicas programadas siguiendo un modelo que se implantó, hace 15 días, en las clínicas de Quirónsalud.
Los centros han creado una consulta específica para hacer la prueba diagnóstica de coronavirus SAR-CoV-2 a aquellos pacientes que deben someterse a una operación con 24 horas de antelación. De esta manera, si el enfermo da negativo se procede con una cirugía normal, pero si da positivo en COVID-19 se analiza la posibilidad de retrasarla hasta que se cure, aunque irá en función de cada caso.
En el Hospital de Son Espases la consulta, ubicada en la planta 0, mòdul k, funciona desde el pasado miércoles.