El sector de la construcción balear registraba hasta marzo un crecimiento del 7 %, pero a raíz de la crisis de la pandemia entrará de nuevo en recesión durante este invierno por el deterioro económico y la caída en picado de la actividad productiva en reformas turísticas, construcción de viviendas plurifamiliares, obra pública e industrial. Lo único que se va a mantener en positivo es la construcción de todo tipo de viviendas de lujo en todas las Islas. La patronal pide el máximo consenso con las administraciones para solventar esta situación para que no se agudice.
Gran incertidumbre
La presidenta de la Asociación de Constructores de Balears, Fanny Alba, reconoce que hay preocupación «por la gran incertidumbre existente, lo que ha provocado la paralización de proyectos que estaban previsto hacerse». Afirma que la coyuntura económica es adversa y afecta tanto a las empresas y a los consumidores por la pérdida de poder adquisitivo con los ERTE.
«Esta circunstancia es la que ha afectado más negativamente a los proyectos de construcción de viviendas plurifamiliares, de ahí que el Govern debe de actuar con más obra social para paliar esta crisis de inversión», señala. Al respecto puntualiza que los promotores siguen adelante con los proyectos que tienen bastante vendidos «pero en aquellos donde la demanda se ha estancado por la actual situación económica, los han paralizado y no se construirán en el plazo previsto».
Resalta que el reciente anuncio del Govern de que con el nuevo cambio normativo se iban a impulsar inversiones en el sector turístico por cerca de 1.700 millones «no se van a llevar a cabo por la evolución turística actual y porque de cara a la temporada de 2021 la situación es muy compleja por las muchas incógnitas que hay. Todo esto afecta muy negativamente a la construcción».
Otro factor que incide negativamente en el sector de la construcción en Mallorca y resto de islas son todas las trabas administrativas de los ayuntamientos «porque restringen al máximo la concesión de licencias de obras o las demoran en el tiempo, lo que hace que la inversión al final no se haga».
Alba, asimismo, incide en otro factor que repercute en la viabilidad de las empresas y en consumo familiar: «Las entidades financieras han restringido al máximo la concesión de créditos a las empresas y a las familias, lo cual produce un estrangulamiento en nuestro sector ante la actual pérdida de liquidez derivada de la crisis de la pandemia».