Baleares pedirá pruebas diagnósticas de COVID-19 para poder entrar a los viajeros procedentes de la Península desde el próximo 20 de diciembre. Así lo ha anunciado este viernes por la mañana la presidenta del Govern, Francina Armengol, tras su reunión con el presidente de Canarias, Ángel Victor Torres. Canarias ya exige estas pruebas para poder entrar a las personas que van desde la Península.
Los españoles que lleguen por un motivo justificado (motivo sanitario, laborales, asistir a personas vulnerables, acudir a centros educativos, hacer exámenes que no se puedan aplazar...) tendrán que hacer una declaración responsable. Si han estado más de 72 horas fuera de Balears tendrán que hacer prueba de antígenos o someterse a cuarentena.
A los residentes de Baleares se les ofrece hacerse una PCR en origen, que será gratis. Esta es la medida que recomienda el Govern, se han habilitado 67 puntos en la Península para ello. La segunda opción para los residentes hacerse la prueba en el puerto o aeropuerto de Baleares, donde se haría una prueba de antígenos y si las autoridades sanitarias lo ven oportuno se les haría una PCR; en el caso de que el test de antígenos sea positivo tendrán que guardar cuarentena. La tercera opción es hacer cuarentena de 10 días. Quedan exentos los que hayan estado fuera menos de 72, los transportistas y los deportistas federados.
Cabe precisar que los menores de 0 a 6 años no están obligados a someterse a las pruebas en ninguno de los supósitos previstos por el Govern.
Las sanciones, tanto por no tener la declaración responsable como las pruebas diagnósticas correspondientes, son graves y pueden ser de hasta 3.000 euros.
La idea del Govern es mantener estos controles mientras dure el estado de alarma. De momento estarán hasta el día 10 de enero, pero la intención es ir prorrogándolo.
Armengol ha argumentado que el virus sigue matando a personas de nuestro entorno. Estamos ante una pandemia muy cruel y no nos podemos relajar. Además, ha destacado que el trabajo de los profesionales sanitarios está aumentando especialmente en Mallorca y Menorca. «No es el momento de pensar en fiestas de Navidad ni en celebraciones, es el momento de salvar vidas». En este punto, ha destacado que la movilidad es clave.
Armengol ha considerado que ser unas Islas es una oportunidad que puede controlar mejor la propagación del virus. No obstante, ha precisado que el establecimiento de controles en puertos y aeropuertos no depende de las Islas, pero ha señalado que establecer estos controles siempre ha sido una obsesión de Baleares; ha recordado que en el primer estado de alarma se cerraron puertos y aeropuertos.
«No es una Navidad normal; es el momento de cumplir y pensar que debemos llegar todos juntos a la Navidad del año que viene», ha manifestado.
La presidenta ha manifestado que Mallorca ha empeorado mucho y ha recordado que por este motivo se ha adelantado el toque de queda a las 22:00 horas. «La situación no está bien en Mallorca y el lunes el Consell de Govern evaluará la situación», ha señalado. «Si las cosas van mal se tendrán que reducir las actividades», ha advertido.