La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha dirigido una carta a los ciudadanos de Baleares «ahora que se acercan días especiales» y en un auténtico punto de inflexión en la evolución de la pandemia de coronavirus en las Islas. La misiva ha servido a la mandataria balear para dirigir tres agradecimientos especiales.
Esta es la apuesta de la presidenta balear para felicitar las navidades a los baleares mientras pide que se mantengan al máximo las
medidas de seguridad y de higiene en los próximos encuentros familiares. El primero de los agradecimientos, como no podía ser de otra manera en el tiempo que nos ha tocado vivir, es para los
profesionales sanitarios, quienes «han vivido en primera línea la tensión y el dolor inherentes a esta crisis global». Armengol destaca que gracias a su labor y a sus horas «de vigilia e insomnio» se ha conseguido plantar cara al virus en Baleares, con el apoyo, dice, de todos los trabajadores públicos de la comunidad.
El segundo agradecimento va para el
tejido productivo, muy golpeado por los efectos de la crisis social y económica, y particularmente a «empresas, autónomos y trabajadores y trabajadoras», reconociendo el daño de la COVID a la línea de flotación de la economía balear. En esta situación, según la presidenta, es más importante que nunca apostar por la
diversificación.
Finalmente, el tercer agradecimiento de la jefa del ejecutivo ante las Navidades de la pandemia va dirigido al
conjunto de la ciudadanía de las Islas. «Estáis demostrando vuestro civismo y vuestra solidaridad».
«Sé que las restricciones comportan sacrificios (...) no es fácil tener que cambiar hábitos, que
es doloroso dejar de abrazar», reconoce Armengol, antes de agradecer para terminar la implicación de la sociedad balear, a quien insta a hacer un último esfuerzo para «vencer al virus».
Mas cara que espalda, quedaos en casa, y yo ire al bar de la esquina a tomar un par de gintonics. Y así nos va, en otro país, esta señora al día siguiente habría pedido perdón y luego habría dimitido, que sigue saliendo y diciendo imbecilidades. Un día a alguien se le cruzarán los cables, después de uno de estos mesajes, y acabará en una desgracia bien gorda.