Cuando le preguntan por lo difícil que es su trabajo suele contestar: «Más dura es la mina». Y así lo cree. La consellera de Salud, Patricia Gómez, (Tolouse, 1965) es una de las protagonistas de este 2020 que ha traído una pandemia de COVID-19 con repercusiones nunca vistas.
El 8 de febrero se detectó el primer contagio en Balears y ahora ya hay más de 30.000 casos registrados, ¿cansada?
—Preocupada.
Mirando con perspectiva la gestión de este año de pandemia, ¿de qué se siente orgullosa?
—De la respuesta del sistema sanitario, sin duda. En general, los equipos directivos de hospitales y de Primaria así como de Servicios Centrales fueron muy resilientes, capaces de tomar decisiones rápidas ante una situación compleja. Tuvimos que deconstruir la Atención Primaria cuando esta legislatura lo que se quería era revolucionarla. Y después la respuesta de profesionales sanitarios y no sanitarios que fue increíble, cediendo días libres, trabajando a cualquier hora e incluso confeccionando material sanitario. El problema es que esto, sostenido en el tiempo, hace que todos estemos fatigados.
Y por contra, ¿en qué se equivocaron?
—La mayor dificultad es tomar decisiones en un contexto de incertidumbre y una enfermedad con estos cambios es difícilmente previsible. Podríamos haber hecho cosas mejor, seguro que sí. Ha habido cosas que fueron necesarias y otras decisiones que no deberíamos haber tomado.
¿A Baleares le fue mejor bajo la tutela del Ministerio de Sanidad?
—El confinamiento en toda España fue duro pero efectivo. Uno de los fallos que se cometieron fue, probablemente, desescalar demasiado rápido y esto lo hemos visto después. Por eso ahora cuando ahora se toman medidas se mantienen en el tiempo y vigilamos mucho al levantarlas para ver cómo afecta.
En un mes, Baleares ha pasado de ser la segunda comunidad con los mejores datos de la pandemia, a la peor ¿Qué ha pasado?
—No tenemos una causa atribuible a este incremento tan vertical del mes de diciembre.
¿Es posible que les ha cogido desprevenidos?
—Desprevenidos estábamos en el mes de agosto que fue inesperado pero ahora ya nos esperamos cualquier cosas. Estamos muy pendientes de las cifras diarias. Nosotros nos mantuvimos con una incidencia de 200 casos, mientras toda España bajaba y era preocupante porque si partes de 200 y subes el doble de golpe...
¿Cómo pasará las fiestas?
—[Esta entrevista se realizó antes del día de Navidad] Como un día cualquiera. Este año es diferente, hay que pensar que las fiestas son un día más y si hay reuniones hay que hacerlas con medidas de prevención. No tuvimos Pascua, ni Fallas, ni sanfermines. Es un último esfuerzo porque al fin vemos luz.
¿Cree que una consellera de Salud debe tener una conducta ejemplar?
—Siempre se tiene que tener una conducta ejemplar cuando se ejerce un cargo público. Eso no quita que somos personas y que a veces no nos damos cuenta de que nuestra conducta puede ser inadecuada en un momento dado.
¿Qué opina del episodio de la presidenta en el Hat bar o de la fiesta que organizaron las hijas de la directora general de Salut? Ambos casos son legales pero han generado un debate ético.
—La presidenta explicó con detalle lo sucedido pero cuando uno ve que su actitud genera desconcierto tenemos que plantearnos que, aún haciendo las cosas bien, se podrían evitar determinados comportamientos. Sabemos las normas, las intentamos cumplir, pero somos personas.
Una vez le contestó a un diputado de la oposición que a él no le gustaría estar en su lugar.
—Es que cuando te hablan de dimisiones piensas: sería lo más fácil. Yo soy enfermera de Atención Primaria, muchos días piensas que sería más cómodo trabajar allí, con otro tipo de dificultades. Este trabajo es intenso, tomas decisiones que afectan a toda la población la verdad es que la responsabilidad es muy elevada pero también aprendemos mucho y nos hace más fuertes.
Este domingo empieza la campaña de vacunación ¿Habrá un carnet de vacunado?
—Sí. Existe uno que tendrá la dosis, el número de lote y la fecha de la próxima vacunación que es a los 21 días, pero como pasa con los niños, que nadie se preocupe si le citan a los 19 o a los 22.
¿Se podrá viajar con un carne de vacunación COVID?
—De momento no se ha hablado de esto. Muchos países tienen la movilidad al exterior reducida y tendrán que pasar muchos meses hasta tener inmunidad de grupo, es un proceso a medio plazo.
¿Los profesionales sanitarios bastan para una campaña de estas dimensiones?
—La campaña de la gripe es un buen ensayo y se puede. Ahora bien, es cierto que necesitamos más profesionales de Primaria, tanto médicos como enfermeras, somos de las comunidades con la ratio más bajas. Ahora hemos optado por contratar otro tipo de perfiles que también pueden ayudar.
¿A favor o en contra del Real Decreto 29/2020 que ha llevado a los médicos a la huelga en pandemia?
—Pretende agilizar tramitaciones. La redacción inicial fue muy confusa y así se lo transmití al Ministerio pero en el fondo lo que hace es dar un marco legal a cuando se han tenido que mover profesionales de un lugar a otro. Luego está el tema de homologaciones de especialidades que necesitaban agilidad, hay gente que lleva años pendiente de un examen.
Durante el confinamiento se dijo que nadie se iba a quedar atrás, pero ¿qué pasa con los pacientes no COVID?
—Los centros de salud nunca se han cerrado pero sí se hicieron circuitos diferenciados que permitía proteger a ciudadanos y profesionales y pedimos comprensión a la población.
Además no hay que olvidar que tenemos a profesionales vulnerables que no pueden hacer domicilios. Encajarlo todo y dar la misma respuesta de antes de la pandemia es muy difícil.
Nos preocupan los enfermos crónicos porque cuando llegan al sistema lo hacen de forma más grave pero las enfermeras han hecho más domicilios este verano que el anterior.
¿Y las listas de espera?
—Las estemos depurando. Además hemos concertado actividad con las clínicas privadas donde ya se deriva un volumen importante de pacientes. También hemos creado una admisión centralizada en IB-Salut.
¿Nos ve confinados por Sant Sebastià? ¿Que previsión hay para enero?
—Esto se oye en la calle -sonríe-. Ahora hay preocupación, sobre todo en Mallorca. Este lunes revisaremos el acuerdo de Consell de Govern y, de momento, no hay buenas noticias. El cierre de bares y restaurantes se puso en marcha hace poco más de una semana y puede que lleguemos en breve al pico de la curva pero es difícil saberlo y hay que esperar a ver cómo afectarán las fiestas. Si siguen subiendo los casos se deben tomar más medidas, sin tener que llegar a un confinamiento domiciliario.
¿Habrá vuelta al cole?
—En principio está previsto volver con normalidad. El 11 de enero es la siguiente fecha de revisión después de este lunes.
¿Turismo ha entendido a Salut?
—Para nosotros es fundamental tener la mejor situación sanitaria y tomar todas las medidas para garantizar la actividad turística porque es nuestro motor económico.
¿Por qué costó tanto que Madrid controlara a los viajeros nacionales?
—Ellos ven todo el territorio y temen que otras comunidades pidan lo mismo para sus puertos y aeropuertos pero las Islas son más frágiles y hay que protegerlas mejor. Además estaba el marco legal.