La residencia pública de Son Oms-Sant Miquel de Palma está preparada para recibir este domingo por la tarde a las dos enfermeras de Atención Primaria del Servei de Salut que administrarán las primeras dosis de la vacuna de la compañía Pfizer contra la COVID-19.
Sus 73 usuarios y alrededor de 90 profesionales sociosanitarios serán los primeros de las Islas en inmunizarse contra el coronavirus.
Se trata de un hecho histórico que se vive con mucha ilusión, pero también con mucho respeto, según explicaron desde el centro. Y si en algo coinciden trabajadores, usuarios y familiares es que la llegada de la vacuna «es un regalo de Navidad después de un año agotador».
Más del 80 % de los usuarios de esta residencia son dependientes, por lo que poco pueden expresar sobre este hito. Sin embargo, el resto sí que se han mostrado emocionados tanto por la llegada de la vacuna como por ser los primeros en recibirla. En los últimos días, muchos familiares han llamado al centro para solicitar información.
Las personas que vayan a recibir la vacuna, tanto de este centro como de los otros, deben firmar una autorización. En el caso de los dependientes, son los familiares los encargados de firmarla. Hace semanas que ya se han empezado a entregar los formularios a las residencias, pero el director general del Ib-Salut, Juli Fuster, no precisó este sábado la cantidad exacta de autorizaciones recibidas. «Es un porcentaje muy alto», dijo y recordó que la vacuna no es obligatoria y que el período para entregar las autorizaciones aún está abierto.
Cada persona vacunada recibirá un justificante el cual constará la dosis, fecha, lote y fecha de la segunda dosis. La priorización de residencias a la hora de vacunar se basará sobre todo en la ausencia de un brote activo y se empezará por aquellas donde menos personas se hayan contagiado.