El presidente del PP balear, Biel Company, llamó el martes por la tarde al presidente del PP, Pablo Casado, para pedirle que se abstuviese en la convalidación del Decreto de Ayudas propuesto por el Gobierno, que prevé 1.000 millones de euros para las empresas de Baleares.
Para su aprobación es suficiente la mayoría simple, pero Pedro Sánchez no tiene garantizado el apoyo de los partidos nacionalistas. Cabe recordad que el Gobierno salvó las ayudas de Bruselas con la sorpresiva abstención de Vox, ya que los nacionalistas y el PP votaron en contra. El decreto se ha debatido este jueves por la mañana y se votará esta tarde.
En el Govern balear había mucha preocupación por la posibilidad que los partidos que apoyaron la investidura de Sánchez volviesen a votar en contra. En esta ocasión, Baleares y Canarias son las dos comunidades más beneficiadas, debido a que son las que más han sufrido la crisis económica derivada de la COVID-19 por su dependencia del sector servicios.
Ante esta situación, el conseller de Model Econòmic, Iago Negueruela, pidió al diputado del PP Antoni Costa que mediasen con Génova. Costa se lo trasladó a Company y este último llamó a Casado. La CAEB también ha pedido este jueves a los partidos con representación en el Congreso que apoyen su convalidación, ya que sería muy perjudicial para las Islas que no llegasen las citadas ayudas.
Cabe precisar que en las autonomías gobernadas por el PP hay mucho descontento con el reparto de estas ayudas. El presidente de la Diputación de Málaga y de Turismo Costa del Sol, Francisco Salado, calificó de «atraco» del Gobierno central a las empresas malagueñas y andaluzas con el plan de ayudas directas aprobado el pasado viernes, por el que las empresas de Baleares y Canarias «recibirán de seis a cuatro veces más fondos que las malagueñas y andaluzas».
Sin embargo, Casado ha accedido y finalmente se abstendrá en la convalidación de este decreto de ayudas para las empresas, lo que garantizará su aprobación y que lleguen a Baleares los 1.000 millones de euros para las empresas, sin tener que estar pendientes del voto de los nacionalistas.