Aunque algunos aún no lo vean, el final de este túnel pandémico está en el horizonte, pero no saldremos indemnes. El confinamiento fue el primer episodio de un mundo nuevo de mascarillas, distancia social, control de aforos y un sinfín de normas que parecen ahora incrustadas. ¿Cómo seremos cuando salgamos de ésta? Se habla de un reedición de los Locos Años Veinte, pero los expertos tienen sus propias previsiones.
Gonzalo Adán, doctor en Psicología Social y director del Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES ) advierte que «el miedo retraerá nuestras relaciones, pero en unos meses la comunicación interpersonal, la socialización en pequeños grupos y el ocio y la diversión tanto de pequeñas como de grandes masas, volverá a ser como siempre. La transformación vendrá, no por la parte social sino por la tecnológica y la sanitaria». Adán advierte que no cree en la teoría de los Locos Años 20: «El sector de la diversión está obligado a reinventarse para sobrevivir». Advierte que «falta al menos un año, cuando todo el dinero que viene de Europa se reparta, cuando veamos donde van los estímulos. Habrá que ver cuánto dinero irá a I+D».
Indicios
Para Maria Antònia Carbonero, directora del Observatori Social de les Illes Balears, «tenemos indicios de cómo será la sociedad postcovid. Toda crisis es una transformación». Desde el mercado de trabajo con «empresas que se hunden y otras que salen fortalecidas», como «una oportunidad para la renovación tecnológica para sobrevivir». El teletrabajo permite «una mayor flexibilidad laboral» con una doble carga de trabajo que «aumenta la desigualdad de género». Las relaciones personales cambiarán y «no habrá encuentros masivos. La relación entre unidades de convivencia se ha extendido a toda Europa y el espacio exterior será el punto de reunión. Y más en nuestro país». Los servicios on line «cambiarán el panorama de nuestra ciudad. Se buscarán tiendas y transporte con pocas aglomeracione». La mascarilla ha venido para quedarse y el estado de ánimo colectivo dependerá de «las alternativas de futuro, que nos las hemos de ir creando nosotros. Hay una responsablidad pública para organizar un futuro con más productividad y menos consumo». Carbonero cree que estos años 20 que vivimos «felices no parecen, pero sí confirman una gran transformación».
Pere Salvà, geógrafo y demógrafo, advierte que «si en el siglo XX la economía definió la demografía, en el siglo XXI será al revés: primero será la salud y la economía vendrá detrás». Salvà cree que en Balears «no habrá un gran exceso de muertes por el virus porque han bajado otras enfermedades». Otro tema es la natalidad: «La COVID bajará los nacimientos». Salvà advierte que si esto sigue así, habrá un vuelco y «habrá que pensar en emigrar». Una situación que no se daba desde hace muchas décadas.
Modelo económico
Salvà no cree que la economía balear cambie de modelo, «continuará el turismo, la nueva religión». El confinamiento dispara la «búsqueda de espacios verdes fuera de Palma, facilitados por el teletrabajo. La que se beneficia de todo esto es la España vacía».
En política el panorama es convulso. El politólogo Eli Gallardo advierte de la concentración «del magma social en platafomas en las redes sociales que tienen una vida corta. Tambien nacen partidos monotemáticos. Aquí teníamos una imagen de apatía y ahora se movilizan por el virus». Las protestas contra las medidas por la COVID se han visto espoleadas por las redes y Gallardo duda que el actual Govern «pueda encadenar tres legislaturas seguidas». Surgen las manifestaciones de descontentos por la gestión de la pandemia, como la liderada por La Resistencia: «La gente va a ir a más, van a probar dónde está el límite». Gallardo cree que «de aquí a 2023, en las próximas elecciones, «veremos cosas muy extrañas, con nuevos partidos similares al Movimiento 5 Estrellas». Gallardo cree que habrá un adelanto de elecciones y «otoño de 2022 sería la fecha para convocar elecciones para refrendar el liderazgo del Govern».
Los filósofos han cobrado un gran protagonismo. Uno de ellos, Pau Frau, dice que «sobrevivimos como podemos. Siempre se ha dicho que habrá una transformacIón pero las tendencias antes del virus ya estaban ahí. Se ha acentuado la fragilidad del ser humano y la sociedad». Advierte que los mediterráneos han sufrido más el confinamiento por nuestra cultura.
El antropólogo Alejandro Miquel cree que «la postpandemia está lejos. La sociedad que empieza a otearse presentará cierres importantes de hostelería y de pequeños y medianos negocios. Las inversiones inmobiliarias especulativas y el comercio on line» irán a más. Miquel sí que cree que habrá «brotes» de los Locos Años Veinte. «Ya surgen en forma de pequeños desahogos con la ruptura de las restricciones».
¿Cuándo llegará la postpandemia? Gonzalo Adán se muestra contundente y preciso: «En lo sanitario, en 2022. En lo social, 2023. En lo económico, 2024».
Los precedentes históricos: de la penuria a la celebración
La gripe de 1918, la Primera y la Segunda Guerra Mundial... Los precedentes históricos hacen intuir un periodo de alegría tras pasar por grandes vicisitudes. Según el antropólogo Alejandro Miquel, «los Locos Años Veinte siguen a una Guerra Mundial así como los 30 siguen a una crisis de onda larga del sistema». Con el virus nos debatimos «entre el carpe diem y la sensación de supervivencia. La previsión de despilfarro tras pasar penurias deberá revisarse a la baja», dice Miquel.
Adán dice que «las guerras, las revoluciones o los desastres obligan a invertir recursos excepcionales en afrontar la crisis, por lo que la sociedad progresa de forma brusca».