La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, defendió este miércoles la medida de confinamiento forzoso al que están sometidos cerca de 250 estudiantes en un hotel de Palma y declaró que si finalmente la jueza decide que se les debe dejar salir «nos someteremos a lo que diga la Justicia y lo asumiremos, pero no lo compartiremos». Aseveró que «dejar salir a estos chicos es un peligro para toda la población, es una enorme irresponsabilidad».
A la espera de conocerse la decisión judicial, Armengol insistió que el Govern ha seguido desde el inicio de la pandemia las normas sanitarias que marcan el Gobierno y la Conselleria de Salut «y éstas dicen que si eres un contacto estrecho, aunque las pruebas salgan negativas, se deben hacer diez días de cuarentena».
La presidenta insistió en varias ocasiones que «somos la única comunidad que ha sostenido con fondos públicos del Govern hoteles puente en cada isla para que se puedan hacer los aislamientos en condiciones, sean turistas, residentes o inmigrantes llegados en patera, los hemos protegido a todos, vengan de donde vengan, porque entendemos que es básico para evitar contagios».
Consideró que «estamos en una situación óptima para la reactivación económica» y que «Baleares es un lugar absolutamente seguro, y lo es porque ha sabido protegerse y una de las claves ha sido el confinamiento de afectados y ofrecer las posibilidades para que todo el que lo necesitase pudiera hacer la cuarentena».
También aseguró que es la primera vez en quince meses que hay quejas del hotel en que están alojados los estudiantes, que describió como «un espacio absolutamente maravilloso de la ciudad de Palma, donde se trata muy bien a la gente y se tienen todas las comodidades».
Ante la insistencia de la prensa sobre el aislamiento de los jóvenes, Armengol reiteró que «hablamos de salud pública y llevamos quince meses haciendo lo mismo», lo contrario, dijo, «es enviarlos a sus casas en un avión comercial y exponernos a que se contagie todo el avión u otras muchas personas y eso es una enorme irresponsabilidad».
Los ciudadanos de Baleares, recordó, «hemos vivido meses de muchísimo dolor y sacrificio, con restricciones muy duras para conseguir ser la comunidad con menos exceso de mortalidad en 2020 y estar en una situación sanitaria óptima para poder reactivar la economía, que depende del turismo, por lo que por supuesto que necesitamos y queremos que vengan turistas, pero con toda la seguridad, un turismo responsable que entienda la situación que estamos viviendo". Ante ello, preguntó si "¿por algunos irresponsables tenemos que tirar atrás el sacrificio de todos los ciudadanos de Baleares? yo diría que no».
Más aún, aseveró que «ahí el Govern será muy duro será implacable con las personas o entidades que se salten la legalidad, como pasó en el concierto de la Plaza de Toros, porque los ciudadanos de Baleares no se lo merecen».
Sobre las fugas de algunos de los chicos, la presidenta admitió que «incidentes siempre va a haber», pero apeló a la responsabilidad de los padres y las madres.
Por su parte, el alcalde de Palma, José Hila, admitió que no se ha podido demostrar la venta de alcohol a los estudiantes por parte de locales cercanos al hotel. Tan solo dejó claro que la Policía Local, que permanece vigilante, visitó estos establecimientos «para decirles que no se puede hacer y pedirles que no lo hagan más y de momento parece que la situación está controlada».
Ante las quejas de algunos vecinos por el ruido que estaban ocasionando los chicos y chicas alojados en el hotel también declaró que la policía acudió «y les pidió que se comportaran bien y desde entonces lo han hecho».