El brote de COVID traspasa fronteras. Una veintena de estudiantes del centro Kirchberg de la Escuela Europea de Luxemburgo han dado positivo tras pasar nueve días de vacaciones en unas villas de la zona de Bonaire, en Alcúdia.
El grupo estaba formado por unos sesenta jóvenes que celebraban el fin de curso. La mayoría de estudiantes de este centro son hijos de funcionarios extranjeros que trabajan para la Unión Europea. Así, hay infectados de Suecia, Holanda, Francia, Reino Unido, Polonia y Portugal.
Los jóvenes regresaron a Luxemburgo el martes de la semana pasada. Poco después, tres de ellos tuvieron síntomas. A partir de ahí se realizaron las pruebas a todo el grupo. Al haber terminado sus estudios en la Escuela y ser el viaje a cuenta de los propios estudiantes, la dirección del centro no se ha hecho responsable. La noticia no había trascendido ayer a la prensa luxemburguesa, pero corría como la pólvora entre padres y docentes.
Estos nuevos contagios se añaden a lo que Salut oficializó este miércoles, y que en Alcúdia llevaba cuatro días siendo un secreto a voces. Fuentes del Ajuntament, huéspedes del hotel y propietarios de negocios de la zona explicaron que se había confinado 20 jóvenes en la quinta planta del Bellevue, un clásico entre los viajes de estudios de jóvenes peninsulares. El Govern tildó de «comportamiento ejemplar» el de estos jóvenes, pues el confinamiento fue voluntario.
El hotel había abierto el 14 de junio y en estos momentos aún se alojan, y circulan libremente por el edificio y sus alrededores, centenares de estudiantes llegados de distintos puntos del Estado. «Nos han recortado las fiestas pero por lo demás hacemos vida normal», explicó un grupo procedente de Lleida que se marcha este jueves.
A las puertas del complejo, integrado por varios edificios, no existía ayer ningún tipo de control de seguridad. «La policía pasa con el coche de vez en cuando y se va, igual que la Guardia Civil», lamentaba Cristina Redondo, trabajadora del supermercado situado en los bajos del hotel.
Junto a su compañera, Daniela Montero mostró su «preocupación» por la «falta de información y de control». «Sabemos que están saliendo, y nosotras no tenemos la pauta completa de la vacuna, vamos con cuidado, insistimos en que se pongan las mascarillas, nosotras las llevamos, tenemos pantallas y estamos todo el tiempo con el gel», decían.
Ambas explicaron que el Bellevue ha alojado desde su apertura a «muchos influencers» (Nain Darrechi, entre otros) lo que pudo provocar un «efecto llamada» también de numerosos jóvenes de Alcúdia que se han acercado este mes hasta el complejo a hacerse fotos con ellos.
Incremento de incidencia
El recuento actualizado este miércoles dejaba a 74 positivos en Mallorca a causa del megabrote originado entre viajes de estudiantes y más de 200 contactos estrechos que deberían seguir el aislamiento.
De entre los estudiantes contagiados, hay 16 ingresados en el hospital Son Espases con sintomatología leve. En total, la tasa de positividad entre los diferentes grupos afectados ya supera el 25 %.
La incidencia acumulada a 14 días este miércoles en Baleares ya se situaba en los 91,1 casos por 100.000 habitantes, cuando hace diez días estaba en un tranquilo 43,4, que no hacía prever lo que ya puede denominarse como un cambio de tendencia.
Balears es, tras Cantabria y la Comunidad Valenciana, la autonomía en la que más se está acelerando el avance de la pandemia, con un número de reproducción (Rt) del 1,18. Hay que recordar que cuanto esta cifra es superior a 1, quiere decir que la infección se está propagando ampliamente entre la población.
Los brotes son, precisamente, los principales causantes de que se dispare la incidencia. Si bien las autoridades sanitarias descartaron el martes que hubiera una clara transmisión comunitaria en las Islas, éste es claramente el principal de los temores pues podría producirse de un momento a otro.
En cifras, este miércoles se notificaron en Baleares 199 contagios, crecieron los ingresos (ocho más) y ya son 59 las personas hospitalizadas.