Los tribunales belgas siguen mareando con la extradición de Valtònyc a España. La Corte de Casación, el equivalente al Supremo español, decidió ayer reabrir el caso y anula la decisión del tribunal de Gante que desestimaba la orden de detención cursada por la Audiencia Nacional en el año 2018, después de la marcha del rapero a Bélgica para eludir la condena de tres años y medio de cárcel que le fue impuesta.
El abogado del rapero, Gonzalo Boye, señaló que la resolución solo afecta a uno de los delitos por que se reclaman al músico: el de injurias a la Corona. Según manifestó el fallo mantiene la puerta cerrada a que sea extraditado por amenazas y enaltecimiento del terrorismo, los otros dos delitos por los que fue condenado después de una denuncia del entonces presidente del Círculo Balear, Jorge Campos.
Así, el fallo de ayer implica que el tribunal de Gante tendrá que dictar una nueva sentencia para corregir su antiguo fallo. Las injurias a la Corona fueron objeto de una consulta de este órgano judicial al Constitucional belga sobre cómo estaba tipificado ese delito en el país. La resolución indicaba que se trataba de una norma inconstitucional que provenía del siglo XIX. Para que Valtònyc pueda ser extraditado debe considerarse delictiva en Bélgica la misma conducta por la que ha sido condenado en España y ahí surgen las dudas en torno a las injurias al Rey. La justicia belga sí que ha cerrado ya la vía a la extradición automática que contemplan las euroórdenes en materia de terrorismo al descartar que el contenido de las canciones del rapero pueda ser castigado como tal.
La extradición de Valtònyc fue desestimada en el mismo 2018 por un juzgado de Gante. La Fiscalía recurrió esa decisión y, en segunda instancia, el caso ha pasado cerca de tres años: antes de decidir los jueces belgas consultaron primero al Tribunal de Justicia de la Unión Europea y más tarde al Constitucional de Bélgica. El primero de los organismos emitió un dictamen sobre la aplicación de la euroorden que alejaba ya la extradición a España por los delitos de mayor gravedad. En ese intermedio se han convocado media docena de vistas en la corte.
Valtònyc, que comparte defensa con el expresident de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, permanece en Bélgica desde mayo de 2018. Justo antes de que la Audiencia Nacional dictara contra él una orden de detención abandonó España. Si no es extraditado tendrá que esperar cinco años para que sus delitos prescriban para poder regresar a Mallorca.
Le rozas un pelín o le toses a alguien de izquierdas y es delito de odio, pero un gamberro de extrema izquierda como el tal Valtonyic injuria, difama, amenaza, enaltece el terrorismo, desprecia y se mofa de las víctimas y la hipócrita progresía lo aplaude. Sí, mejor que se queden al delincuente en Flandes.