La protección de las vacunas contra la reinfección cae un 19 por ciento con la variante ómicron de la COVID-19, según ha informado el especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, en base a un informe del Imperial College London. En este punto, ha destacado que el citado documento muestra que ómicron tiene gran capacidad para evadir la inmunidad que otorga una infección anterior. En concreto, estima que el riesgo de reinfectarse con ómicron es 5,4 veces mayor que con delta.
March ha añadido que «la protección que ofrecen las vacunas contra ómicron va decayendo con el tiempo. Así, con dos dosis después de tres meses, la protección contra la infección o la hospitalización se reduce entre un 30-40 por ciento. Con la dosis de refuerzo la inmunidad puede llegar a estar entre el 75 y el 80 por ciento». Además, ha recordado que «lo que sabíamos de variantes previas es que las personas con inmunidad híbrida (vacunadas + infección) desarrollaban una respuesta inmunitaria más potente y duradera que las sólo vacunadas o sólo infectadas».
Sin embargo, «ómicron ha sido capaz de contagiar a personas que ya han pasado la enfermedad o que ya se han vacunado, al menos cuando ha pasado un tiempo (más de cinco o seis meses) desde la vacunación o la infección». Por lo que se conoce hasta el momento, la nueva variante detectada en Sudáfrica es mucho más contagiosa, pero también menos virulentas que las anteriores. Esto ha llevado a poner sobre la mesa el debate de si se debe gripalizar la pandemia. España ya trabaja en un plan para poder hacerlo de cara al futuro, cuando los científicos que asesoran al Gobierno lo recomienden. Algunos expertos sostienen que aún es pronto.