La dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 está provocando más efectos secundarios que las anteriores. Los expertos explican que esto se debe a que el organismo ya tiene anticuerpos y por este motivo es más habitual que reaccione. El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, ha añadido que «podría ser también porque se ha administrado la nueva dosis cuando aún teníamos una inmunidad potente de las otras dos anteriores. Por tanto, sufrir efectos secundarios más acentuados tras recibir la tercera dosis se debe a una sobreestimulación del sistema inmunológico. Sin embargo, estas reacciones adversas no suelen ser muy duraderas. Suelen durar entre 24 o 48 horas y, como en el caso de las dosis anteriores, se pueden aliviar los síntomas con medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno».
El Ministerio de Sanidad ha publicado los efectos secundarios que se producen con cada vacuna. En el caso de Moderna el 45 por ciento de los inoculados tienen febrícula; el 26 por ciento, cefalea; el 20 por ciento, dolor muscular; el 16 por ciento, dolor en la zona de vacunación; el 13 por ciento, malestar; el 8 por ciento, escalofríos, náuseas y fatiga; y el 6 % astenia y dolor articular. Por su parte, el 33 por ciento de los que han sido inoculados con Pfizer tienen fiebre; el 23 por ciento, cefalea; el 17 por ciento, dolor muscular; el 13 por ciento, dolor en la zona en la que se ha inyectado la vacuna; el 11 por ciento, malestar; el 8 por ciento, fatiga; al 7 por ciento le aumentan de tamaño los ganglios o tiene náuseas; y el 6 por ciento padece astenia o escalofríos.
El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva ha manifestado que «los síntomas habituales de la vacunas son leves. El informe constata que los efectos adversos notificados con más frecuencia son los que se corresponden con fiebre o dolor en la zona de vacunación, trastornos del sistema nervioso (cefalea y mareos) y del sistema musculoesquelético. Estos efectos secundarios necesitan tratamientos como paracetamol, con ello normalmente es suficiente». No obstante, ha advertido que se han notificado 13,7 casos adversos graves por cada 100.000 dosis de vacunas. En España, hasta el 9 de enero se han administrado 80.109.445 dosis de vacunas contra la COVID-19, de las que se han comunicado 55.455 acontecimiento adversos y de ellos 11.048 fueron considerados graves.
March también ha precisado que «los acontecimientos adversos graves son los que requieren hospitalización, dan lugar a una discapacidad o ponen en peligro la vida o resultan mortales. De esas 11.048 notificaciones de efectos adversos, 375 presentaron un desenlace mortal. No obstante, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha aclarado que los acontecimientos adversos que se notifican no significa que estén relacionados con la vacunación».