El bebé que fue atendido en un parto en un agroturismo en Santa Eulària por el médico negacionista Ángel Ruiz Valdepeñas falleció anteayer en el hospital de Son Espases, de Mallorca, adonde había sido trasladado después de complicaciones surgidas durante el nacimiento. Así lo confirmaron fuentes de IbSalut consultadas por Periódico de Eivissa y Formentera después de que Telecinco avanzara la noticia en su informativo de anoche.
Cabe recordar que, tras el alumbramiento de la criatura el pasado lunes en una propiedad privada situada en la carretera de Cala Llonga, el bebé sufrió una parada cardiorrespiratoria, por lo que fue llevado de urgencias a Can Misses, de donde se derivó a Mallorca debido a la gravedad de su estado.
La Guardia Civil abrió entonces una investigación para esclarecer la responsabilidad de Ruiz Valdepeñas en los problemas originados en el parto, ya que, además, este médico había sido suspendido de sus funciones en junio de 2020 por el Área de Salud de Eivissa y Formentera por negar públicamente la existencia de la pandemia. Fue entonces cuando el Colegio Oficial de Médicos de Baleares (Comib) le retiró la colegiación por un período de seis años y le impuso una multa de 16.660 euros que el facultativo tenía la intención de recurrir. De paso, Ruiz Valdepeñas denunció al presidente de la asociación, José Manuel Valverde Rubio por realizar, en su opinión, declaraciones falsas cuando su «único delito», dijo, era «pensar de manera diferente».
Un término «despectivo»
En este sentido, el médico negacionista cargó contra todos los que lo califican así, porque, a su parecer, se trata de un término «despectivo» que tiene que ver con la ausencia de libertad de expresión antes que con otros motivos. Sin embargo, el vicepresidente del Comib, Carles Recasens, subrayó que, si se llegara a confirmar la participación del médico suspendido –y que, por tanto, no podía ejercer su profesión en el ámbito público ni en el privado–, se trataría de un asunto «muy grave».
Para el Comib, los hechos protagonizados por el médico serían, en ese caso, de «una grandísima irresponsabilidad», máxime cuando no se trata de la primera vez que incumple las normas. Ya en junio de 2020 asistió en Madrid a una manifestación convocada contra el nuevo orden mundial y, en un vídeo, aseguró no entender el porqué del uso de la mascarilla ni la utilidad de la distancia social, al tiempo que llamaba a la desobediencia.
Aunque al principio declinó confirmar su participación en el parto registrado en un agroturismo de Eivissa, en una segunda llamada de Periódico de Eivissa y Formentera, Ángel Ruiz Valdepeñas aclaró que, a petición de la familia, sí asistió a la parturienta y al bebé. De hecho, aseguró que el pequeño respiraba «perfectamente nada más nacer» y que, por motivos que se desconocen, entró en parada cardiorrespiratoria. Incluso, se preguntó qué hubiera sido del pequeño si él no le hubiera estado asistiendo durante unos 30 minutos con masajes cardíacos y maniobras de reanimación, manteniendo la cadena de supervivencia del neonato.
El pasado verano, su nombre también salió en los medios de comunicación cuando se negó a presentar en el aeropuerto una de las pruebas requeridas en el control de entrada. También fue visto recientemente en Can Misses durante una manifestación de un grupo de antivacunas en la que increpaban a la gente que acudía a vacunarse. Afortunadamente, según el Colegio Oficial de Médicos de Baleares, el número de seguidores de su filosofía es «minoritario, por no decir residual».