¿Se puede subir el precio del tabaco pero después recuperar una parte de lo que se ha pagado devolviendo las colillas consumidas? El director general de Residus del Govern, Sebastià Sansó, no solo cree que sí se puede, sino que defiende la implantación de este sistema para garantizar que los productores de tabaco se hagan cargo de la eliminación de este residuo, tal y como marca la nueva ley estatal de residuos. La ley, que ya está aprobada por el Congreso de los Diputados, determina que, a partir de enero del año que viene, las tabacaleras deben hacerse responsables de la recogida y eliminación de las colillas. Se trata de uno de los residuos más contaminantes que existen en el planeta tanto por su duración como por la composición de sus elementos. Incluso algunas contienen microplásticos que aún las convierten en más nocivas para el medio ambiente.
La norma ya está aprobada, pero ahora se estudia cómo debe aplicarse y es aquí donde aparece la posibilidad de intercambiar dinero por colillas. El sistema sería el mismo que se utiliza para devolver botellas de cristal retornables: cuando se devuelve el casco, el consumidor recibe una compensación por ello. Con las colillas se haría lo mismo: los fumadores podrían reservarlas para devolverlas después en un punto concreto y, a cambio, recibirían una cantidad de dinero por ellas. La propuesta podría parecer una excentricidad, pero en ella ya trabaja el departamento de Medi Ambient de la Generalitat de Catalunya y es allí precisamente donde se inspira el director general de Balears para hacer una propuesta similar para las Islas. Esta medida vendría precedida por una acción que, muy probablemente, no será del gusto de los fumadores: una subida general de las cajetillas de tabaco.
En Catalunya han puesto precio a las colillas: proponen que el coste del paquete suba cuatro euros y, por cada colilla que se retorne, el fumador recibiría 0,20 céntimos. Si devuelve las 20 colillas, recuperaría los cuatro euros que pagó al comprar la cajetilla. Sansó explica que esta es una de las medidas que se analizan para que las empresas productoras de tabaco paguen por la eliminación de estos residuos, pero no es la única. La otra opción que se maneja es que las tabacaleras paguen un canon a los ayuntamientos para compensarles por la recogida y eliminación de estos productos.
Seis meses
El sistema debe aclararse entre todas las administraciones implicadas y es aquí donde el Govern quiere hacer valer sus competencias para tomar una decisión en los seis meses que quedan hasta que se implante la obligación. Sansó recuerda que la eliminación de los residuos es una competencia de las comunidades autónomas, que en el caso de Balears se ha cedido a los consells, por lo que pide que se tenga en cuenta a las comunidades a la hora de diseñar el modelo que se seguirá para confirmar que las tabacaleras pagan. «La retirada y la eliminación de las colillas las pagamos todos menos los productores y esto no puede seguir así por más tiempo», asegura Sansó.
1.720 millones de colillas
Baleares es una de las comunidades autónomas donde se consume más tabaco debido a la presencia de los millones de turistas que llegan cada año a las Islas. En el año 2019, antes de la pandemia que limitó los viajes y el turismo, en las Islas se vendieron 86 millones de cajetillas de tabaco, lo que supone que se pusieron en circulación un total de 1.720 millones de colillas en el territorio balear, una cifra desmesurada.
El apunte
Baleares mantiene la prohibición de fumar en terrazas
Baleares quiere ser una comunidad pionera en la lucha contra el tabaquismo, de ahí que se mantenga la prohibición de fumar en las terrazas, a pesar de que esta medida ya no está amparada por la situación de pandemia. La nueva regulación sobre el tabaco en la que trabaja el Ministerio de Sanidad también va en la línea de prohibir el tabaco en estos espacios públicos, por lo que la norma balear se extenderá al resto de comunidades cuando entre en vigor la ley.