El Ministerio de Exteriores del Gobierno de España está trabajando en estrecha colaboración con las autoridades ucranianas para que el cuerpo del joven mallorquín que se alistó en el ejército para combatir la invasión rusa, el felanitxer de 31 años Ángel Adrover Martínez, sea repatriado lo antes posible, aunque advierten de que puede demorarse más de lo previsto. El deseo del Ministerio es que el cuerpo fuera trasladado a la Embajada española en Kiev, custodiada por una docena de efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO), para facilitar todo el proceso. De esa manera serían el personal de la Embajada y los propios geos, que ya supervisaron la evacuación de varios convoyes de diplomáticos y ciudadanos españoles en su día, los que se encargarían de agilizar el traslado. Asimismo, «sería lo mejor para un seguimiento oficial de todo el desplazamiento», señalan fuentes del Ministerio.
En cualquier caso, dicho traslado deberá hacerse por vía terrestre hasta algún país fronterizo –preferentemente Polonia– para una vez allí proceder al desplazamiento en avión, ya que toda la actividad aérea en Ucrania está paralizada desde el inicio de las hostilidades. No obstante, toda la logística podría cambiar si el cuerpo estuviera en una zona más cercana a la frontera con alguno de esos países que de la capital. En función de esa ubicación tanto los costes como los tiempos del traslado pueden variar enormemente. En ese sentido, el Gobierno descarta que vaya a costear la repatriación. Al igual que sucede con muchos voluntarios desplazados al país eslavo para colaborar en la lucha armada, el Ministerio no tenía conocimiento de la presencia de Adrover en el frente ucraniano y de momento descarta que vaya a cargar con los costes, ya que no es lo habitual.
Exteriores está gestionando todos estos detalles directamente con los familiares del fallecido, quienes serán seguramente los que corran con los gastos. De hecho, se apunta que familias en casos de fallecidos en circunstancias similares optan por incinerar el cuerpo o enterrarlo in situ. Por otra parte, el Ministerio ha confirmado que el joven no murió víctima del fuego ruso. Exteriores, que a través de la Embajada está en contacto permanente con las autoridades ucranianas que llevan el caso, asegura que las informaciones que les proporcionan desde el país eslavo permiten descartar de plano la muerte en combate. De hecho, no se tiene conocimiento de si Adrover llegó a formar parte activa de la primera línea de batalla en algún momento durante los cerca de tres meses que pasó allí. En la única información que facilitó al respecto a su madre señalaba que estaba «en segunda línea de fuego». La autopsia, en todo caso, determinará las circunstancias exactas del fallecimiento.
Punto de vista
Siurellet, te has dejado la URSS, las checas de inspiración soviética, el genocidio de Paracuellos, y sobre todo que Stalin mandaba tanto en España que se permitía secuestrar, torturar y asesinar incluso a radicales de izquierdas como Andreu Nin que no le obedecían ciegamente. Los socialistas españoles –excepto Julián Besteiro estaban a los pies de Stalin- incluso el saqueador Prieto. En Mayo de 1937 quedó meridianamente claro quien mandaba en la España sovietizada del frente popular cuando durante unos días de enfrentamiento y posterior represión mataron o fueron asesinados cientos de anarquistas de la CNT-FAI y “trotskistas” del POUM por los sicarios de Stalin, sin que Companys se inmutase siquiera. Y si entre ellos se perseguían con tanta saña está claro que a cualquier disidente de centro o derecha le esperaba la cárcel y la muerte.