Las empresas baleares tardan una media de 77,5 días en pagar sus facturas, cerca de dos meses y medio. Plazo que coloca a las Islas entre las comunidades autónomas cuyas empresas menos tardan en saldar sus deudas: más de seis días por debajo de la media estatal, que es de 83,9 días. Así lo refleja el Informe de Morosidad del Primer Trimestre de 2022 de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), que además revela un descenso de tres días en el plazo medio de pago de las empresas con respecto al mismo trimestre del año anterior.
Durante el primer trimestre del año, la morosidad empresarial en España aumentó tres puntos porcentuales respecto al trimestre anterior, mientras que el crecimiento en términos interanuales fue de 3,9 puntos. El aumento de la morosidad se está viendo influido en gran medida por la desaceleración de la economía. A ello hay que sumar el impacto de la guerra de Ucrania y la influencia que ha tenido -especialmente por el encarecimiento de la energía- en la contracción del consumo privado.
En el caso de Baleares, la morosidad de las grandes empresas está siendo señalada durante los últimos meses como una de las principales amenazas, junto con la inflación, para la pequeña y mediana empresa. Desde la patronal PIMEM, su presidente Jordi Mora, señaló el pasado mes que se está evidenciando que «la morosidad en uno de los mayores problemas que afectan a la supervivencia de las pymes», ya que la tardanza en pagar de las primeras provoca que prácticamente se duplique el plazo en el caso de estas últimas. El informe de subraya que las empresas más pequeñas son las que tienen mayores dificultades para acceder al crédito y las más vulnerables a las consecuencias de la morosidad. Precisamente por ello, «son este tipo de empresas las que están encontrando mayores obstáculos para mantenerse al corriente de sus pagos», asevera el informe.
El apunte
Construcción y promoción, los que más tardan en pagar
El sector de la construcción y la promoción volvió a situarse en el primer trimestre, junto con la industria textil, como el que acumula mayores retrasos a la hora de pagar: 98,4 días por 90,4 la industria textil. La distribución alimentaria se ubica en el extremo opuesto como sector más precoz en el pago de facturas con 65 días. Cabe destacar igualmente el fuerte incremento interanual -de 8,2 puntos porcentuales- del plazo medio que ha sufrido el sector agroalimentario, que llega a los 80,7 días.