El Govern de Francina Armengol cerrará la legislatura con un Presupuesto de récord que superará los 7.200 millones de euros y que tendrá un gran carácter inversor con obras centradas en la construcción y ampliación de la red ferroviaria y proyectos de construcción de nuevas viviendas, obras que se financiarán con cargo a la ecotasa. Si no hay problemas de última hora, el Consell de Govern tiene previsto aprobar hoy las cuentas definitivas para 2023, las últimas de la legislatura, con el fin de enviarlas el jueves al Parlament para que se inicie su tramitación.
El Govern todavía andaba cerrando la pasada semana la cifra exacta de las cuentas tanto a través de la negociación abierta entre los diversos consellers como con los socios del Ejecutivo, pero ya se conocen las principales fuentes de financiación, que vienen delimitadas por el techo de gasto: 5.947 millones de euros.
El reparto
De lo que se ha negociado hasta ahora, el presupuesto para la Conselleria d'Educació superará ampliamente los 1.100 millones de euros, y las siguientes consellerías por volumen de ingresos serán las de Afers Socials, con una cifra cercana alos 350 millones, y las de Medi Ambient y Mobilitat, con más de 200 millones cada una de ellas. Por lo que respecta al presupuesto del IB-Salut, es probable que supere los 2.000 millones de euros.
El Govern tendrá que pedir prestados unos 1.200 millones de euros a los bancos, que se destinarán básicamente a financiar el pago de deuda, así como unos 120 millones de euros que computarán como déficit. Es decir, el Govern se endeuda para pagar deuda y, de esta manera, el Presupuesto global superará los 7.200 millones de euros, una cifra nunca vista en la historia de Balears.
El Ejecutivo recibirá 3.350 millones del sistema de financiación, casi 700 millones más que el año anterior, y sus ingresos propios se disparan como consecuencia de la gran actividad inmobiliaria: las previsiones iniciales apuntan a que Balears puede acabar el año con una ingresos cercanos a los 1.000 millones de euros gracias a la recaudación del impuesto de transmisiones patrimoniales, el que grava la compraventa de viviendas de segunda mano.
Prudencia tributaria
A pesar de que las perspectivas siguen siendo positivas, el Govern ha preferido optar por la prudencia a la hora de computar los ingresos en los Presupuestos de 2023. Su previsión es que, con todos los impuestos propios, incluidos los de sucesiones, actos jurídicos documentados y patrimonio, además del de transmisiones patrimoniales y la tasa de juego, ingresará 1.203 millones.
Las cuentas del año que viene presentan una novedad muy importante con respecto a las aprobadas en el 2021 y 2022: el dinero de la ecotasa volverá a destinarse a los fines para los que fue creada. El Govern dejó en suspenso esta disposición a raíz de la pandemia y el dinero recaudado se fue a cubrir gasto COVID. Ahora se incluye de nuevo el dinero de la ecotasa y calcula unos ingresos por este concepto de 138,7 millones. A ellos se suman unos 87 millones del canon de saneamiento de aguas.
Durante estos dos años también quedó en suspenso la comisión que debía repartir los fondos de la ecotasa. Este año ha vuelto a reunirse y ha aprobado las primeras obras del tren de Llevant, en el tramo comprendido entre Manacor y Son Carrió, además de otros proyectos ferroviarios que sumarán 30 millones. También habrá 13 millones para la construcción de VPO y 20 millones para reparar fugas de agua en los municipios, entre otros.
Los Presupuestos del año que viene volverán a tener un gran carácter inversor, si bien una buena parte de destinará a mantener lo que la presidenta del Govern, Francina Armengol, llamó el gran escudo social en el debate de política general.
La presidenta aseguró que gracias al aumento de los ingresos previsto para el año que viene, se podrán destinar más de 200 millones de euros adicionales a medidas para combatir los efectos de la inflación, algunas de estas actuaciones con cargo al ejercicio de 2023.
Juan FranciscoIdò, petitó, lo que has de fer és demanar que ATURIN s'arribada de gent de fora... Mam si sa joventut obriu ets ulls d'una vegada: a Mallorca ja tenim més de un 50% de residents que NO han nascut a Mallorca. I creume que no mos fan cap falta... Fa només 15 anys que encara viviem MOLT BÉ sense tota aquesta gentada. Podeu donar sa culpa a lo que volgueu, però mentre no aturin d'arribar gent d'altres llocs que ni mos va ni mos ve, patireu i molt. I lo fotut es que els qui venen de fora, o ho tenen tot a meitat de preu amb ajudes o son milionaris. D'aqui 30 anys Mallorca hi serà, pero de "mallorquins" des qui mengen pa amb sobrassada no en quedarà cap.