El Govern abordará la modificación de la ley de función pública o la de normalización lingüística de forma integral para que las exoneraciones del conocimiento del catalán en la sanidad no sean generalizadas, como hasta ahora, y se mire caso por caso en qué plazas faltan realmente profesionales para aplicar una excepción. Así lo ha anunciado este miércoles la consellera de Presidència, Mercedes Garrido, en el Consell Social de la Llengua Catalana celebrado en la Universitat de les Illes Balears (UIB). «Haremos cirugía fina para analizar las plazas donde efectivamente no haya aspirantes suficientes para cubrirlas», ha dicho Garrido, y ha insistido en que, a partir de ahora, no se harán convocatorias con excepciones genéricas. «Hemos aprendido, no se olvida», ha asegurado la socialista.
La consellera ha reiterado que el compromiso del Govern con el catalán es «firme» y que no se puede cuestionar. «Soy contundente en la defensa de nuestra lengua y es necesario un requisito», ha añadido. Garrido cree que es necesario modificar la ley para dar seguridad jurídica a los profesionales. Asimismo, ha apoyado que los sanitarios que no se saquen el catalán no puedan trasladarse. «Si te toca una plaza en el centro de salud de Pollença, tendrás que estar ahí», ha puesto como ejemplo. También ha abogado porque sean los propios tribunales de la Conselleria de Salut de cada proceso de oposición los que se encarguen de acreditar el conocimiento de la lengua.
Garrido ha llegado a decir que el catalán no es un problema, y ha achacado la falta de trabajadores al encarecimiento de la vivienda y la falta de enraizamiento, que favorece el traslado a otras partes de España. De hecho, justo antes de esta afirmación, el presidente de la Plataforma per la Llengua, Iván Solivellas, ha apuntado en el mismo sentido: «Faltan médicos en Madrid y Andalucía, donde no hay catalán. ¿Por qué no se habla de vivienda y salarios?», ha comentado.
Por su parte, la consellera de Salut, Patricia Gómez, ha agradecido que se haya abordado el tema en positivo y ha reivindicado que los sanitarios han demostrado que no se forman en catalán por exigencia, sino que lo hacen por la necesidad de entender a sus pacientes. Toni Llabrés, de la OCB, ha lamentado haber llegado a esta situación política, pero ha valorado positivamente el cambio de criterio del Govern tras la presión de entidades y partidos.