La Guardia Civil ha intensificado la búsqueda de los fardos de hachís que arrojaron los traficantes de una narcolancha que fue interceptada este viernes en la playa de Cala d'Or, en Santanyí. Antes de ser acorralados, los delincuentes fueron arrojando por la borda los paquetes, que contenían importantes cantidades de hachís y que están ahora flotando en la costa de Llevant.
Desde primera hora de la mañana, patrullas terrestres, apoyadas por medios marítimos, rastrean la costa, en busca de los fardos y de posibles narcos implicados en el alijo. Fuentes policiales han advertido de que si algún particular encuentra droga flotando y no informa a los investigadores, para intentar venderla por su cuenta en el mercado negro, se puede enfrentar a una acusación de narcotráfico.
Del mismo modo, el EDOA (Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga) están tratando de identificar y detener al resto de la banda implicada en el alijo de hachís. Inicialmente, fue detenido uno de los implicados -que se dio a la fuga a bordo de la potente lancha intervenida-, pero todo apunta a que podría haber una decena de sospechosos relacionados con la operación.
Cabe recordar que la persecución por la costa costa sureste de Mallorca al narcotraficante duró horas y que para llevarla a cabo había el helicóptero de la Benemérita y varias embarcaciones del Servicio Marítimo. Mientras se llevaba a cabo, el traficante se iba deshaciendo de los fardos de hachís.