Si el sistema sanitario mundial fuera un país, sería el quinto más contaminante del planeta. Lo explica el gerente del hospital de referencia, Josep Pomar, quien reconoce que Son Espases, por su volumen, su naturaleza y el movimiento que generan a su alrededor, «es un gran contaminador». Sobre la mesa está ya el compromiso de reducir su huella de carbono, «montamos una comisión de gestión medio ambiental hace dos años y trabajamos en grandes líneas»:
Movilidad
Reducir los coches . «Hicimos un plan que prevé una serie de acciones como los aparcamientos de bicicletas», explica Pomar. En el centro sanitario ya hay dos y se proyecta un tercero. «Tenemos 500 trabajadores dados de alta como usuarios, tienen una tarjeta gratuita para acceder porque hay vigilancia». Por otra parte, junto con el Ajuntament de Palma han inaugurado recientemente una de as mayores estaciones de BiciPalma, «y además nos hicieron una adaptación de las líneas de transporte», añade. En sus planes está también la puesta en marcha de algún sistema para el uso compartido de vehículos para así ahorrar desplazamientos.
Consumo
Menos impacto . Con una factura energética disparada, el objetivo de reducir su consumo es doble: bajar el gasto y el impacto ambiental. Y en este asunto, cualquier medida es agradecida. «Hemos empezado a poner bombillas LED, y a revisar los horarios de encendido y apagado de luces, además de concienciar a la gente», explica Pomar. Sólo con estos gestos se calcula una reducción de entre el 3 y el 5 % del consumo.
Respecto al gas, con apenas adaptarse a la regulación térmica del Gobierno la reducción ha sido del 15 %. «Hicimos una encuesta en la que los mismos profesionales confesaban que en invierno tenían frío y en verano calor. No era necesaria tanta intensidad», añade el gerente.
El consumo de agua también está en el punto de mira. En este aspecto, se están instalando difusores en toda la grifería con una capacidad de ahorro del 50 %. Los que ya los tienen han pasado de gastar 8 litros, a 4.
En lo que se refiere al papel, se ha recuperado el reciclado y «hacemos una campaña para reducir su uso en todo el centro». Destaca, por ejemplo, una de las medidas que ha puesto en práctica el servicio de Farmacia: la substitución de los prospectos de los medicamentos por códigos QR.
Residuos
Menos plásticos . Pese a que un hospital genera muchos residuos y hay un tope establecido, se trabaja ahora para adecuar dónde se lanzan y así propiciar su reciclaje. Con los plásticos, además, se ha iniciado una campaña para retirar el envoltorio de la ropa «venía plastificada y eran 20.400 kilos al año». Se han quitado también los plásticos de los 140.000 cubiertos de la cafetería . También, «hemos adquirido botellas térmicas para intentar eliminar el uso de las de plástico que, en el hospital, se suministran a muchos servicios como Urgencias, UCI, quirófanos, o dirección». Además se están instalando sistemas de depuración de agua a los grifos para que sea consumible y se pondrán fuentes. «Habrá que ver si los pacientes podrán usarlas», añade.
Comunicación
Activistas en los servicios . Para que una iniciativa se mantenga en el tiempo y cuente con la complicidad de los trabajadores, es necesaria una continua alimentación. «Hemos creado un cuadro de mandos, con un seguimiento mensual de los indicadores, que intentaremos llevar a cada área del hospital, para que por servicios se sientan responsables del consumo», señala Pomar.
Por último, se está identificado una persona de cada servicio que, de forma voluntaria, se convierta en activista medioambiental. «Ya tenemos una lista. Les haremos una formación específica y será el encargado de recordar a la gente que recicle, que apague la luz, que cuide el consumo de agua o que se conciencie», concluye.