Llenar el depósito de gasolina en Balears cuesta 20 euros menos que hace un año. Es más, aun incluyendo el descuento del Gobierno central de 20 céntimos por litro que se aplicaba por entonces -y que expiró el pasado 31 de diciembre- el consumidor seguiría pagando unos diez euros menos a día de hoy.
El precio de la gasolina 95 en las Islas se situaba hace justo un año en los 2,048 euros el litro, mientras que el diésel ascendía a los 2,031 euros. La media actual, según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica se sitúa en los 1,676 euros y 1,536 euros el litro, respectivamente (la bajada en el diésel ha sido bastante más pronunciada).
De esta manera, llenar un depósito medio de 50 litros de gasolina 95 costaba 102 euros, que se quedaban en 92 euros con la bonificación gubernamental. Llenar ese mismo depósito cuesta hoy menos de 84 euros. Una diferencia mayor ha experimentado el diésel, que pasa de unos 91 euros sin el descuento a costar hoy unos 77 euros.
El estallido de la guerra de Ucrania motivó una escalada desbocada de los precios de la gasolina que en el caso balear alcanzó su pico máximo en el mes de junio, con un coste medio de 2,179 euros el litro en el caso de la gasolina 95 y de 2,117 euros en el caso del diésel. A partir de entonces se inició una tendencia a la baja solo interrumpida por leves ascensos en noviembre y en el primer trimestre de 2023. La bajada de los precios del combustible sigue constante a día de hoy y nada hace prever que se vivan cambios drásticos en un futuro próximo.
Por otro lado, las estaciones de servicio del Archipiélago esperan que el consumo se incremente de manera significativa en esta temporada alta no solo espoleado por la bajada de precios, sino también por la dinámica que debe imprimir la actividad turística, que se prevé de récord. Máxime con el concurso de la flota de coches de alquiler, que se situaría sobre los 120.000 vehículos en total, en torno a un 40 % más con respecto al año pasado.
Desde la Asociación de Estaciones de Servicio Illes Balears (Aesba), integrada en CAEB, su presidente, Joan Mayans, señala que «las perspectivas son buenas porque vamos a caballo de las previsiones turísticas». «Los precios afortunadamente han seguido con una tendencia bajista que en el caso del diésel ha sido muy grande», explica para añadir que el incremento en los volúmenes de facturación que se esperan en algunos puntos de la península por la operación salida no es aplicable a un territorio reducido como el insular, aunque sí se prevén ligeros repuntes de consumo. «Tendrá un impacto aunque sea mínimo».
Por su parte, Rafel Matas, presidente de la Asociación de Gasolineras de PIMEM, señaló que en estos días entre sus asociados se está notando «una ligera bajada en el consumo, aunque es solo una impresión». Con todo, también espera que se experimenten ligeros ascensos en los meses de verano, como es habitual durante este periodo del año. Asimismo, subraya que «las estaciones de servicio somos el último eslabón en la cadena de los precios del combustible, no es algo que podamos controlar» y recuerda el «gran esfuerzo» que las empresas del sector tuvieron que hacer para acondicionar su logística a la situación del año pasado.