CCOO denuncia que en Baleares sólo salen a la luz el 1 % de los casos de acoso sexual que se producen en el trabajo. La secretaría de políticas públicas del sindicato, Eva Cerdeiriña, explica que esto se debe a las dificultades de las mujeres para denunciar estas situaciones, ya que tienen miedo a no ser creídas por el departamento de recursos humanos de la empresa, ni por sus propios compañeros; así como por la represalias que pueden sufrir: que van desde perder la posibilidad de promocionar, la pérdida del empleo o tener que dejarlo ellas mismas. A su modo de ver, «el caso Luis Rubiales ha demostrado la enorme dificultad para demostrarlo y lo abundante que es». Cabe recordar que el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) besó a la futbolista Yennifer Hermoso en la final del mundial de fútbol femenino.
Cerdeiriña insiste en que se trata de un problema muy frecuente en las Islas, precisamente porque los acosadores saben que las víctimas no se atreven a denunciarlo. En punto, precisa que en materia de violencia de género se ha avanzado bastante más, aunque aún queda mucho trabajo por hacer. De hecho, las víctimas tardan una media de ocho años en denunciar la violencia por parte de sus parejas. Sin embargo, es un tema del que cada vez se habla con más frecuencia, mientras que el acoso sexual en el trabajo sigue siendo un tema tabú.
¿En qué consiste el casos sexual laboral?
La citada sindicalista explica que hay muchas formas de acoso sexual en el trabajo: desde comentarios, a otro tipo de conductas (tocamientos, etc.), que van acompañadas de la amenaza de impedir una promoción laboral o tomar represalias contra la víctima. «En algunos casos, incluso, se llega al despido y, en otros, es la propia afectada la que tiene que irse porque ya no puede tolerar más la situación», expone. Además, precisa que el acosador puede ser un jefe o un compañero de trabajo, pero también clientes o proveedores de la empresa.
Preguntada por el perfil del acosador, responde que suele ser un «hombre con una posición de poder en el ámbito laboral, con actitudes machistas, que representa al patriarcado». En el caso de las víctimas, el perfil no está tan definido y prácticamente cualquier mujer puede sufrirlo. Sin embargo, puntualiza que suele ser más frecuente entre las más jóvenes, inmigrantes y con un empleo poco estable.
Sí se ha detectado que en los sectores más feminizados es donde más se da el acoso sexual; aunque hay más mujeres, los puestos directivos acostumbran a esta ocupados por hombres. «La hostelería, la restauración, las empresas de limpieza, así como las de oficinas y despachos es donde más abundan estas malas prácticas, ya que aunque la mayoría de empleadas son mujeres el poder lo ostentan los hombres», señala.
¿Cómo solucionar esta problemática?
La secretaría de políticas públicas de CCOO en Baleares reclama a las instituciones públicas que tomen cartas en el asunto y adopten medidas de forma urgente para acabar con esta lacra social. Aunque reconoce que «la legislación es buena», destaca que se trata de un proceso muy complejo en el que es fundamental que las víctimas se sientan apoyadas en todo momento. En este punto, lamenta que aunque la mayoría de las empresas tienen protocolos contra el caso sexual, muchas de ella no los utilizan, «los meten en un cajón». Sin embargo, insiste en que «hay que proteger a la persona que denuncia y prestarle todo el apoyo», reitera.
Por último, Cerdeiriña resalta «la necesidad de poner en marcha medidas preventivas, que tengan como objetivo favorecer un entorno laboral libre de acoso sexual, respetuoso con la dignidad y la libertad de las personas que lo conforman. Entre esas medidas se encuentran la sensibilización, la formación o el acceso a los protocolos específicos encaminados a a la prevención y erradicación del acoso sexual».
El apunte
«De cada 100 casos de acoso sexual laboral, dos son hombres»
El acoso sexual en el trabajo es una lacra social que afecta mayoritariamente a las mujeres. Así, la secretaría de políticas públicas de CCOO en las Islas, Eva Cerdeiriña, asegura que «de cada 100 casos de acoso sexual laboral, dos son hombres».
Además, la citada sindicalista precisa que suele tratarse de varones homosexuales o transexuales.