Fue la gran derrotada en las pasadas elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, pero Ciudadanos sigue vivo, aunque con matices, en Baleares. Tras la salida el pasado mes de agosto de la portavoz nacional y coordinadora autonómica en las islas, Patricia Guasp, arrancó un periodo de replanteamiento del escenario de futuro de la formación naranja a todos los niveles. Sin rostro visible ni representación en las grandes instituciones del archipiélago, apenas la imagen de la sede del partido, ubicada en las Avingudes, queda en pie junto a algún cartel electoral perdido y todavía presente en el paisaje urbano de Palma.
De manera interina, el único cargo electo de Ciudadanos en Baleares es quien asume la portavocía del partido engendrado por Albert Rivera. Javier Torres, coordinador en las Pitiusas del partido y regidor en la oposición en el Ajuntament de Sant Joan de Labritja por la coalición Ciudadanos-Sa Veu des Poble atiende a Última Hora para intentar trazar y dar luz al mapa actual de la formación, que tras el duro golpe sufrido en las urnas meses atrás vive una fase de transición en vistas a definir su formato de cara al futuro.
«Estamos pendientes de poder constituir una gestora de Ciudadanos en Baleares», refiere Torres. Este órgano de transición debe contar con el apoyo de una militancia maltrecha y que ha desertado en buena parte, aunque el edil y portavoz provisional del partido tiene constancia «de que hay gente que quiere continuar con este proyecto y construir un nuevo espacio. Pero, ahora mismo, estamos en manos de esa militancia», explica.
«También esperamos a la convocatoria de las primarias para la portavocía nacional, y a su vez, de las primarias para ese cargo en las diferentes comunidades y provincias», añade Javier Torres, quien admite que todavía «no hay plazos establecidos», aunque esta agenda debe acelerarse para no caer en el olvido. «Debe ser pronto....», espeta el único regidor electo de Cs en las islas.
Lo que sí tiene claro el partido es su intención de mantener operativa una sede física, aunque maneja un más que posible cambio de ubicación de la misma, actualmente en Avingudes, buscando un espacio más pequeño y económico, acorde a su nueva realidad, tal y como se ha hecho a escala estatal. Pese a que en sus exteriores sigue figurando la imagen de Ciudadanos, no hay actividad regular en esa oficina, donde el personal administrativo que antes trabajaba ya no desempeña esas funciones y las ventanas están cerradas a cal y canto.
En manos de sus militantes y simpatizantes, cuya cifra exacta está aún por determinar, el futuro de Ciudadanos en Baleares está abarrotado de interrogantes y dudas, aguardando conocer el rumbo que se le quiere dar a la formación naranja desde Madrid. Eso sí, hay un objetivo que motiva a los actuales gestores de la formación, que son las elecciones europeas de 2024. Pero día tras día, la que fuera una fuerza política de referencia pierde arraigo en la calle y cae en el olvido.