El Colegio de Arquitectosde Baleares alaba el intento del Govern de poner más viviendas en el mercado con la aprobación del decreto de emergencia habitacional, pero observa «con preocupación» la expansión «y el desbarajuste» de la ordenación urbanística, «con una exceso de legislación y normativas basadas en la excepcionalidad».
Los arquitectos han presentado alegaciones en el Parlament con una serie de observaciones al texto legal que ahora mismo está en fase de tramitación parlamentaria. Su conclusión general es que es necesario afrontar el problema de la vivienda y admiten que puede ser necesario cierto régimen de excepcionalidad, pero al mismo tiempo creen que estas medidas «van en contra de la planificación urbanística y reducen las dotaciones».
También consideran que se trata de unas medidas de difícil aplicación, si bien esperan que el texto mejore durante la tramitación urbanística y sea un paso «de los muchos que deben darse» para solucionar el problema. Entre las alegaciones concretas, no terminan de ver clara la posibilidad de que los edificios crezcan en altura y creen que la redacción de la norma «es imprecisa» en esta materia lo que deja a los municipios una gran discrecionalidad y dispersión normativa.
Tampoco están de acuerdo con la propuesta de legalización de casas ya existentes que están fuera de ordenación: no supone aumentar el parque de vivienda porque ya están ocupadas. Los arquitectos consideran «preocupante» que las excepciones urbanísticas que prevé el decreto se apliquen a los edificios catalogados y BIC. Creen, además, que el cambio de uso de locales y oficinas a viviendas debe ser temporal para no dañar el tejido comercial.
«El decreto generará nuevas viviendas, es decir, más población, mayores alturas y mayor edificabilidad, sin garantizar la conservación de la calidad espacial y de los estándares urbanísticos», señalan en sus alegaciones al decreto ley.